La matricula para las carreras supera los espacios físicos destinados para dictar las clases. Desde la sede de supervisión se comprometieron a resolver la situación después de las vacaciones de invierno. Sin embargo los alumnos amenazan con tomar la institución si no encuentran una repuesta antes del retorno a clase.
Actualmente concurren más de 300 alumnos y ni siquiera tienen bancos donde sentarse, contaron al Cronista. Usan las mesas y sillas de la Escuela N°255 o del Instituto de Bromatología. Además en las materias pedagógicas se juntan todos los alumnos de primer año, tanto del Profesorado de Historia, como el de Literatura y tienen clase en la biblioteca de la escuela. “En ese espacio fisco entran 120 estudiantes, que solamente pueden tener clases parados y otros deben esperar afuera”, explicaron.
Los estudiantes también reclaman por la falta de pizarrones y de insumos. Otras de los planteos que le hicieron al supervisor Luis Rodríguez, tiene que ver con algunos profesores que adelantan algunos módulos aparentemente sin conocimiento de los alumnos. “Nosotros si siquiera nos enteramos que adelantan los módulos, creemos que la institución debe hacerse cargo, no podemos perdernos una clase por estas situaciones” señalaron.
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