Concejal Ariel Oropel |
Una nueva muestra de "descuido" fué puesta de manifiesto por parte de la mayoría de los concejales del oficialismo que aprobaron un tarifazo y luego dieron marcha atrás con el mismo al escuchar los reclamos de la comunidad.
La jornada del Miércoles se caracterizó por los reclamos masivos de los comerciantes y comunidad en general quienes reprobaron las nuevas tasas municipales dispuestas para los diferentes servicios. La controversia se situó en los porcentajes excesivos que aplicaron a varios servicios entre ellos la báscula municipal, el faenamiento en el Matadero Municipal, los carnet de conducir entre otras.
En la mayoría de los casos citados precedentemente los aumentos rondaron un incremento de entre el 300 y 400 % de lo que se venía cobrando hace una semana atrás. Luego de varias voces en contra del "exagerado tarifazo" el concejal Ariel Oropel salió públicamente a manifestar que se trataba de un "error de tipeo" en la ordenanza final ya que los cambios que se hicieron no se habían guardado correctamente.
Lo que quedó de las declaraciones de Oropel es que el ejecutivo si envió el pedido con estos números dentro del proyecto original y los mismos nunca fueron siquiera retocados por el cuerpo de concejales que en este caso pertenecen a la Comisión de Legislación donde se supone se trató el mismo. El edil intentó esbozar una defensa de lo que se había sancionado culpando a quién debió pasar en limpio lo aprobado para luego ser promulgado, cosa que aparentemente jamás hizo el ejecutivo ya que casi de manera instantánea el nuevo cuadro tarifario comenzó a regir en todas las áreas golpeando los bolsillos de aquellos que cumplen con el pago de los cánon correspondientes.
Para colmo de males el concejal ahora oficialista dijo con una tranquilidad llamativa que se iba a enmendar el "error" cometido, que se daba marcha atrás con lo aprobado y se tenía que cobrar nuevamente lo fijado hasta hace una semana atrás. Nada malo hasta que se piense que no es este el procedimiento que justamente se tendría que utilizar ya que el único que puede vetar total o parcialmente una ordenanza sancionada es el intendente municipal que no salió a dar ningún tipo de explicaciones.
O no se lee y analiza lo que se sanciona o falta ponerse a investigar e ilustrarse de lo que uno va a aprobar y no levantar la mano automáticamente cuando algo llega desde el ejecutivo. Ojalá y no seamos víctimas nuevamente de otro "error de tipeo" ya que en la jerga de la comunidad esto hubiera merecido la frase "y si pasaba..."