(Escribe: Fernando Viano) El encuentro de los miembros de la lista del Partido Popular Riojano que encabeza Carlos Menem, con el ministro del Interior Florencio Randazzo generó sorpresa. Una vez más, el menemismo logra sacudir la estructura y se ubica en el centro de la escena.
Si algún condimento le faltaba a la contienda que se viene dando de cara a las elecciones legislativas del 23 de octubre próximo, en la semana que pasó la cuestión terminó de tomar gustito y sabor con un hecho que, hasta hace algún tiempo atrás, hubiera sido impensado.
Ya la absolución de Carlos Menem en la causa por la venta ilegal de armas al exterior había generado un sacudón dentro de la estructura política que tuvo su repercusión no sólo a nivel local, sino también y particularmente a nivel nacional, instalando al ex presidente en los primeros planos de los matutinos, con lo cual su figura volvió a tomar la trascendencia de otros tiempos.
Pero como si esto fuera poco, otro hito abrió aún más el abanico cuando el ministro del Interior de Cristina Fernández de Kirchner, Florencio Randazzo, recibió a pleno a la lista del Partido Popular Riojano que encabeza el también ex gobernador de La Rioja y principal contrincante de la lista oficial que encabeza la vicegobernadora Teresita Luna, aspirante a conseguir una banca dentro del Senado de la Nación. El cónclave con Randazzo, al que sólo faltó Carlos Menem, generó sorpresa por lo que en sí mismo significa, ya que hasta hace algún tiempo hubiera sido impensado que un ministro K recibiera en su despacho en la Casa Rosada a alguien que estuviera en las proximidades de Carlos Menem.
Pero como el propio ex presidente y candidato a renovar su banca de senador suele decir: la política es el arte de lo posible. Y una vez más, así quedó demostrado, ya que Randazzo recibió a todos y cada uno de los integrantes de la lista verde: Griselda Herrera, Hilda Aguirre de Soria, Teresita Madera, Liliana Cabral, Marcelo Menem, Néstor Bosetti y Alberto Andalor.
Es decir, el menemismo a pleno y, también, la otra pata de la estrategia bederista para ocupar las seis bancas en juego, tanto en senadores como en diputados. Y, en rigor de verdad, así lo entendió también el funcionario K, muy cercano a la realidad política de La Rioja.
No obstante, y como era de esperar, el encuentro en Casa Rosada no sólo generó sorpresa, sino también cierta consternación en algún sector del oficialismo. Y no es para menos. La noticia se conoció prácticamente en el mismo tiempo en que los candidatos del Frente Para La Victoria -Teresita Luna y Javier Tineo- concretaban una recorrida por diferentes barrios de la Capital, coronando lo que puede considerarse como una de las semanas más activas de la lista celeste, con participación en actos oficiales y caminatas, lo que seguramente llevará a polarizar aún más entre las dos nóminas peronistas en desmedro, claro está, de la Unión Cívica Radical.
La novedad llegó a los candidatos del FPV con la misma rapidez y fuerza con que llegó el viento zonda y, aunque los candidatos intentaron disimular lo inesperado y difícil de digerir, algunos rostros de preocupación fueron inevitables, al igual que la certeza de que de aquí a octubre habrá que remar y mucho. Ocurre que el espaldarazo -que en la Real Academia Española significa la admisión de alguien como igual- otorgado desde Nación para la lista verde, da cuenta precisamente de la aceptación por parte del Gobierno nacional de la estrategia bederista y, al mismo tiempo del propio Carlos Menem, algo que, de alguna manera, viene a dar por tierra con el caballito de batalla de la lista que encabeza Teresita Luna y que había planteado como principal eje de campaña -más allá de las consabidas propuestas electorales- el rechazo K a la figura del ex presidente.
Y, en este mismo sentido, el apoyo a Menem, fogoneado además por el fallo judicial que le resultó favorable hace apenas unos días, genera un panorama óptimo para la lista verde que irá nuevamente por el triunfo en Capital, tal como ya lo obtuvo en las primarias de agosto, y por consolidarse en el interior provincial.
Como sea, la proyección da cuenta de la paridad entre las dos listas que ya se puso de manifiesto en agosto, y deja alguna puerta abierta a la posibilidad de que la lista que encabeza Carlos Menem pueda desprenderse y encaminarse hacia una posible victoria que significaría un duro golpe para las aspiraciones políticas de quienes mantienen como propuesta de máxima la oficialidad, tanto en la provincia como a nivel nacional, llevando el apoyo para la Presidenta, sin terminar de entender la estrategia planteada por el gobernador Beder Herrera y avalada -ahora más que nunca- por el poder K.
Estrategia que, por otra parte, el gobernador riojano puso otra vez en claro al destacar la importancia de que La Rioja cuente con seis legisladores (tres diputados y tres senadores), “un punto a favor” a la hora de ir a negociar beneficios para la provincia y, en el mismo plano, una clara manifestación de apoyo al modelo nacional que encabeza la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Y en este sentido, se impone una reflexión lógica que es sobre la que viene trabajando Beder Herrera y que indica claramente que La Rioja no es un distrito que represente cantidad de votantes en el marco de un proceso eleccionario (sólo el 0,70 por ciento de los votos a nivel nacional), pero sí que puede realizar un aporte -inteligente, tal como lo calificó el mandatario provincial- de diputados y senadores.
Y que ese apoyo al kirchnerismo se traduzca en beneficios para la Provincia lo que, a la luz de los acontecimientos es más que necesario, sobre todo en algunos aspectos que en los últimos días se pusieron fuertemente de manifiesto.
A esta altura de los acontecimientos, a nadie escapa ya la crítica situación por la que atraviesa el Parque Industrial y más específicamente las empresas textiles, cuyos trabajadores se agolparon masivamente a la Plaza 25 de Mayo para expresar su preocupación y reclamar acciones inmediatas ante la permanente pérdida de fuentes laborales. Y de hecho, la marcha contó con el apoyo de todos los sectores políticos y sindicales -algo poco común-, al igual que del Gobierno provincial que continúa con las gestiones para terminar de abrochar la prórroga del régimen de Promoción Industrial, frenada por diversos amparos judiciales que no hacen más que generar zozobra en un sector que necesita de un impulso tan fuerte como urgente.
El aumento no viaja en bus
La buena noticia, al menos para los bolsillos de los riojanos, y también en lo que respecta a poner freno a las pretensiones desmedidas y mal canalizadas de quienes monopolizan el servicio de transporte público de pasajeros en la Capital, fue la negativa puesta de manifiesto por el intendente Ricardo Quintela en relación al aumento del transporte.
Con el no rotundo de Quintela, al menos por un tiempo, el aumento pretendido por Riojano’s y por su titular, Gustavo Flamini, quedará en stand by y así se podrá dar lugar entonces -es de esperar, al menos- a un debate más profundo y consciente que bien podría derivar en la audiencia pública pedida expresamente por el diputado provincial Néstor Bosetti.
La problemática del transporte de pasajeros en la Capital riojana amerita un tratamiento serio, totalmente alejado del patoterismo de quienes pretenden mantener los privilegios, en desmedro absoluto de quienes son, en definitiva, los que sostienen el servicio: los usuarios.