Ojos que no ven, deberian ir a estudiar de nuevo...
Diagnostico en la Rioja Diagnostico en Córdoba
Una paciente que se hizo atender en el Hospital Vera Barros se dio con una muy mala experiencia ante una prescripción médica errónea. En La Rioja la dieron por casi ciega, mientras en Córdoba le recetaron anteojos de muy baja graduación.
La damnificada es Mariela Sánchez. Desde hace tiempo sufría fuertes jaquecas. Idas y vueltas en diversas consultas y los profesionales no daban con el origen de esos dolores. Primero comenzaron con el hígado, después la columna y así sucesivamente hasta concluir que los dolores podrían ser por la vista ya que cuando tomaba clases en la universidad no podía ver claramente la escritura en el pizarrón.
Con la intención de conocer cuál era el origen de estos dolores mas los comentarios de amigos que ya habían pasado por esta situación, decidió ir Hospital Vera Barros. Sacó un turno y después de renegar para conseguir uno, logró que la atiendan. Ingresó a un consultorio donde había dos médicos, una mujer y un hombre
Le hicieron el interrogatorio de rutina rápidamente y comenzaron con el control de presión ocular por la médica, la practicas de las lentillas y la lectura de las letras pegadas en la pared. Unas más grandes y otras más chicas como que se escapan allá en el fondo. Esa parte la realiza el médico que saca una y pone otra letra y en función de las respuestas del paciente decide la graduación que debe utilizar para la realización de los anteojos mientras la doctora toma nota.
Mariela se retiró de ahí satisfecha de saber que tiene en sus manos la solución a sus dolores de cabeza. Cuando llega al lugar donde los va a encargar surge la primera inquietud. ¿Son para usted estos anteojos? le preguntan en la Óptica. “Es mucho aumento para su edad”. Sin preocuparse demasiado por este comentario Mariela sigue los tramites y compra los anteojos. Cuando se los entregan y los comienza a usar la alegría desaparece. No podía ver nada, estaba mareada y descompuesta. Los usó unos días y tuvo que dejar de colocárselos.
Los dolores de cabeza regresaron, la desazón le dio más estrés, decidió hacer una interconsulta a otro profesional pero esta vez en Córdoba, al Hospital Municipal de Carlos Paz. Ahí explicó lo que le estaba sucediendo y lo que le indicaron los médicos en el Hospital Vera Barros. En Córdoba la derivaron a un oftalmólogo realizándole la misma rutina que le hicieron con anterioridad en La Rioja, descartando totalmente las indicaciones que le habían indicado. Lo desconcertante es que en los recetarios de Mariela indicados por los médicos del Hospital Vera Barros y los de Córdoba marcan una gran diferencia en los valores de medidas prescriptas: En La Rioja: Local OD (ojo derecho)-Esf – 300 OI(ojo izquierdo)-Esf 300. En Córdoba OD(ojo derecho) 050 OI (ojo izquierdo) 075 D. Un porcentaje altísimo si se tiene en cuenta que esto aumenta a partir de 025, para llegar a 300 supera el error al trescientos por ciento, medida indicada por dos profesionales que la atendieron en el Hospital de La Rioja.
Mariela hoy usa anteojos nuevos a pesar de los malos momento que pasó. En dialogo con DataRioja señaló que tuvo que comprar de nuevo los anteojo y que nadie se hizo cargo de los gastos de la primera receta mal señalada. Y aseguró que cuenta lo que le sucedió como advertencia para que a otros no les pase lo mismo.
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