La pérdida de vidas es constante en el tramo de la Ruta 38 que une Catamarca y La Rioja. El fin de semana más de seis animales muertos entre vacas, caballos y perros yacían a la vera de la ruta. La cifra de pérdidas humanas también crece día a día.
La cantidad de accidentes y de muertes en la Ruta que une La Rioja y Catamarca se ha convertido en una costumbre que a pocos sorprende. Es que desde hace años la presencia de caballos, vacas, cabras y hasta perros sueltos en las rutas argentinas engrosa las listas de siniestros fatales. Diariamente y en especial los fines de semana los diarios de La Rioja y de Catamarca reflejan estas negras cifras.
El accidente más reciente se conoció el martes. El diario El Independiente informó que “un hombre resultó lesionado al chocar con su auto contra un equino. Sucedió en la noche del sábado, por Ruta Nacional 38, a la altura de Chumbicha. Se trata de Gabriel Arias, del barrio La Quebrada”.
“Cerca de las 22.30, de este sábado, en la Ruta 38, a la altura del kilómetro 418, apenas unos kilómetros antes de la ciudad de Chumbicha, en la provincia de Catamarca, pero en territorio riojano, un automóvil VW Vento, color negro, dominio HJD-888, conducido por el señor Gabriel Arias (31), del boulevard Padre Gómez 2909, del barrio La Quebrada, chocó contra un equino. El conductor lo hacía en compañía de su esposa, Patricia López (31)”.
“Según los primeros datos el auto chocó de frente con un caballo que cruzó la calzada en forma imprevista. A raíz del tremendo encontronazo, el equino murió en el acto, en tanto que el conductor del vehículo sufrió fracturas en uno de sus brazos, mientras que su acompañante resultó ilesa”, relata la noticia que al menos en este caso no se cobró vidas humanas.
A pesar de la frecuencia y la gravedad de los accidentes poco han logrado avanzar ambos gobierno para solucionar esta problemática. Lo más reciente fue la reunión que a mediados del año pasado tuvieron autoridades de las dos provincias. En ese marco concluyeron y reconocieron que “los animales sueltos en la ruta y la distancia existente entre los puestos camineros son las principales falencias que afectan a quienes circulan por las rutas”. La información publicada en el diario catamarqueño El Esquiú http://www.elesquiu.com/notas/2012/8/3/sociedad-249471.asp, señalaba que en el encuentro entre el coordinador del Consejo Provincial de Seguridad Vial de Catamarca, Carlos Farah y el ministro de Infraestructura riojano, Néstor Bosetti, avanzaron en coordinar la realización de diferentes controles de rutas, de manera conjunta, determinando que existe una problemática común –también con otras provincias- en lo que respecta no sólo a la accidentología vial, sino también a los controles a unidades de transporte y carga interprovincial.
En esa oportunidad, Farah, dio a conocer la realidad de la provincia sobre la problemática vial, y sobre todo hizo hincapié en la pronta creación del Juzgado Provincial de Faltas y la Policía Caminera.
El representante local manifestó ante sus pares que “reiteradamente la gente se queja por la cantidad de animales sueltos en el camino y también por la distancia que hay sin puestos camineros, que es aproximadamente de 140 kilómetros; sabemos que hay que reforzar los controles en el tramo que une a las dos provincias”.
Por su parte Bosetti en aquel momento expresó su predisposición para trabajar conjuntamente con la provincia de Catamarca “en todo lo que respecta a medidas que puedan servir para disminuir las cifras de accidentes”.
Lo real y concreto es que quien viaja por estos días a Catamarca, debe tener en cuenta que los puestos camineros mencionados aún no están, que no hay controles sobre los animales sueltos, que los accidentes continúan y que al costado de la ruta se pueden ver claramente las pruebas de lo que aquí se describe.
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