RENUNCIA BEDER HERRERA:Lo que significa un simple acento, una coma o un punto..
Este título no comunica lo mismo si hubiéramos escrito "RENUNCIÁ BEDER HERRERA". El significado cambia absolutamente, si tan sólo se incluye un acento en la A. Aunque parezca obvio, necesitamos analizar e interpretar cuidadosamente las publicaciones que se realizan por demasiados medios. Mensajes como éste, son parte del mecanismo que el gobierno provincial está utilizando para confundir a la población, a la hora de informar sobre temas controvertidos o sospechados de corrupción.
En estos meses, y en particular el último, el gobierno de la provincia se encargó de generar comunicados de prensa, que en muchos casos por falta de presupuesto para generar contenidos propios, terminan publicados en radios, diarios y medios digitales, que muchas veces inocentemente –otras no- dejan pasar sin ninguna modificación o corrección.
Comunicados que refuerzan los permanentes exabruptos del gobernador, irreverencias que dejan en claro la preocupación que le genera al funcionario, aquellos ciudadanos comunes que se organizan para decirle NO y que él se empeña en llamarlos “oposición”, “antimineros”, “vagos”, “ambientalistas”, “drogadictos” y cuanta palabra peyorativa o insulto se le cruce por su cabeza en el momento que las esboza, usando la única lógica que parece conocer: la de la vieja política transera, corrupta y denigrante.
Lo que antes parecía un error, una expresión producto de la impulsividad, ahora es una estrategia, aconsejada por asesores de comunicación de corporaciones. Las declaraciones que Beder Herrera formulaba bajo los efectos de pronunciamientos populares o acciones de resistencia a los embates de su gobierno, dejaron de ser producto de la bronca o la ceguera, para transformarse en una clara estrategia. “Hay que demonizar a los que se organizan para luchar, y hay que enfrentar a gente con gente, pobres con pobres, trabajadores con trabajadores”.
La muestra más concreta de esto que decimos, sucedió cuando no pudo instalarse una SAPEM de faena de pollos en Famatina, porque la infraestructura del Departamento no podía garantizar la energía y el agua necesarios para llevar adelante el proyecto.
El gobernador -lejos de asumir la responsabilidad por la falta de estudio de factibilidad antes de la inversión de $90 millones- utilizó sus medios para difundir y endilgar la responsabilidad a los “antimineros”, esos que según sus palabras “se ponen locos si les hablás de trabajo”.
Pero no sólo fueron palabras. En plena formación de opinión, de la que participaron centenares de medios de la provincia, un grupo de personas reclutadas por este gobierno, intentó tomar el Concejo Deliberante. Y terminó agrediendo a quienes se encontraban allí, defendiendo la institución, con las fuerzas policiales como veedoras de la situación.
Al no actuar la policía, la BAO o Infantería, no hay represión de la que alguien se pueda quejar. Y eso es lo que se tradujo como mensaje en los medios: se “enfrentaron” los pro y los anti. Y eso es lo que Beder Herrera refuerza como discurso y que trasladó a la reciente marcha de los trabajadores de la salud. “Son 40 ambientalistas mezclados con la oposición”. Otra vez el número 40, que nos recuerda a la Tapa de Alí babá y las 40 SAPEM. Otra vez el tema minería y otra vez la palabra oposición.
O el gobernador está obsesionado con la minería, o nunca entendió qué es la democracia y qué significa oposición.
No vamos a aleccionar ni a él ni a nadie respecto de este tema. Tampoco vamos a asumir la postura de terapeutas para apostar a vencer esa obsesión por la minería, si es que realmente es tal.
En todo caso, tenemos la obligación de exponer y evidenciar las estrategias de comunicación con la que este gobierno pretende instalar una realidad, escribir un relato que marque parámetros de lectura histórica, engañándonos y buscando el enfrentamiento entre pobres con pobres, trabajadores con trabajadores, gente con gente.
Y no es exclusivo de nuestra provincia. Esto sucede en cada territorio amenazado por este modelo y cuyas comunidades se organizan y resisten.
Lo sucedido el 20 de Julio pasado en Cerro Negro, Catamarca, es otra muestra de estas nuevas estrategias. En aquella oportunidad, quienes desalojaron el corte de Cerro Negro a minera La Alumbrera y Agua Rica, fueron las patotas mineras y no la policía de Catamarca. Y esa misma policía fue la que generó las condiciones físicas y de terreno, para que la patota secuestrara un colectivo lleno de ciudadanos y reprimiera a quienes habían participado del bloqueo. Es decir: el pueblo minero castiga al pueblo antiminero que se opone al “desarrollo”. Y el gobierno aplaude.
Este gobierno, y todos los que vengan, deberán entender y asumir que en Chilecito y Famatina, aprendimos mucho como comunidad y que encontrarnos y movilizarnos para defender lo nuestro, nos hizo fuertes.
Los funcionarios que están y los que vendrán, deben saber que entendemos perfectamente qué es un error y qué una estrategia.
¿Renuncia o Renunciá?
Muchos podrían pensar que en nuestra tapa, finalmente existe un error de tipeo. Y en realidad no es así.
Beder Herrera, efectivamente renuncia:
Renuncia a sus promesas de defender al Famatina.
Renuncia a hablar con honestidad.
Renuncia a blanquear la cantidad de SAPEM.
Renuncia a revelar el listado de socios privados de esas SAPEM.
Renuncia a representar los verdaderos intereses del pueblo riojano.
Renuncia a transparentar su gestión.
Renuncia a pagar sueldos dignos.
Renuncia a evitar la persecución a quienes piensan distinto.
Renuncia a respetar a los municipios de La Rioja y Famatina.
Renuncia a dejar de imponer la megaminería contaminante a cielo abierto.
Renuncia a desfinanciar a sus sobrinos “intendentes”.
Renuncia a financiar a la Salud.
Renuncia a liberar de presiones a la Justicia, para que logre su independencia.
El listado de abusos es enorme, y el pueblo cada día anota uno nuevo en su agenda.
Es que el gobernador puso el “acento” en prepotear cuando -ya electo- renunció a conducir al Estado, confundiéndolo con su propia persona. Ebrio de poder chocó contra esa prominencia de roca y tiempo defendida por el pueblo, incluso el que lo votó, pero no le bancó tal atropello.
La sociedad movilizada le hizo oler barro, hundiéndole en su peor derrota moral: saber que no es querido por nadie, que una minoría lo usa para sus negociados y que enfrente tiene una mayoría en guardia por sus abusos de autoridad.
Beder Herrera renunció a actuar con decencia.
Evidenció una práctica gubernamental mentirosa y autoritaria.
Renunció a los valores democráticos.
Renunció y se inhabilitó intelectualmente a sí mismo como gobernante. Se autogolpeó y se desestabilizó solo.
Generó resistencias, sembró repudio y temor a cada paso.
Renunció a ser lo que le mandataron con el voto.
Renunció a ser gobernador de todos, porque quiere ser rey, a contramano del sistema político vigente.
Renunció a respetar autonomías (Municipios, El Famatina, Derechos Sociales y Políticos) con el manejo del Estado en beneficio de sobrinos, socios y testaferros, en desmedro de quienes necesitan una justa distribución de recursos que Beder maneja arbitrariamente.
Desde el día en que asumió a la Casa de Gobierno, Beder Herrera renunció!
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