domingo, 9 de septiembre de 2012

Minera chilena confirmó negociaciones con La Rioja por el agua del río Blanco


UNA SUBSIDIARIA DE LA EMPRESA MINERA SCM MINERA LUMINA COPPER NEGOCIÓ CON EL GOBIERNO DE LA RIOJA PARA EXTRAER EL AGUA DEL RÍO SALADO O BLANCO, EN PLENA CORDILLERA, PARA SU PROYECTO DE CASERONES EN LA REGIÓN DE ATACAMA.





Una subsidiaria de la empresa minera SCM Minera Lumina Copper negoció con el Gobierno de La Rioja para extraer el agua del río Salado o Blanco, en plena cordillera, para su proyecto de Caserones en la Región de Atacama.

Así lo informó a la revista Minería Chilena Jaime Andrade, gerente de Asuntos Externos y Comunicaciones de SCM Lumina Cooper Chile, luego que el diputado chileno de la UDI, Carlos Vilches, había aseverado que el proyecto minero contemplaba transportar -por contrato- desde la Argentina alrededor de 2.000 lts/seg, y que la compañía ya estudiaba la ingeniería para construir las cañerías que transportarían el vital elemento.

En la revista especializada chilena, Andrade señaló que “la empresa proveedora que tomó la iniciativa de traer agua desde Argentina a Chile, y que en su momento se contactó con ellos, ha seguido adelante en sus negociaciones con la gobernación de La Rioja”.

“Ellos han avanzado en la concesión del agua, en algunas evaluaciones técnicas y de soluciones en ingeniería. Eso es lo que hay. Hoy uno podría decir que la solución del punto de vista técnico y económico está más trabajada que cuando nos aprobaron el estudio de impacto ambiental hace dos años y puede ser que haya una mejor condición jurídico-político que es la que condiciona una solución de esta naturaleza”, afirmó.

“Si fuera esto finalmente posible sería una solución espectacular para los problemas de escasez que tiene la región, porque significaría que esa empresa podría proveer a la región en una primera fase de 1.000 lts/seg, que podrían dividirse en 500 para nosotros y 500 para el resto”, añadió el representante de Lumina Copper Chile.

Asimismo, Nelson Pizarro, CEO de la operadora, admitió en declaraciones al diario trasandino La Tercera que traer agua desde Argentina es una opción interesante. "En su momento estudiamos esa alternativa, pero hoy es una posibilidad sólo en la medida en que haya una compañía que cuente con los derechos de importar agua. Por ahora, es una alternativa para nosotros que no hemos descartado", dijo.

La idea de la productora minera consiste en traer el recurso desde el Río Salado, que se ubica muy cerca de la frontera. Esa vía, explica Pizarro, implica construir una cañería de unos 30 kilómetros de extensión. Pero para concretarla se requiere avanzar en la concesión del agua y "que haya una adecuada condición jurídico-política", precisó el ejecutivo.

El proyecto Caserones se emplaza en el Valle de Copiapó a 162 kilómetros al sureste de Tierra Amarilla, a 15 km de la frontera con Argentina y a una altura máxima de 4.600 m.s.n.m., en el cerro que le da su nombre. El titular de este proyecto, SCM Minera Lumina Copper Chile, es una empresa perteneciente a la firma japonesa Pan Pacific Copper Co., Ltd. (75%); y a Mitsui Bussan Copper Investment & Co., Ltd. (25%), filial de Mitsui & Co., Ltd.

Caserones es un depósito de mineral pórfido de cobre-molibdeno que será explotado a rajo abierto, con un proceso combinado de producción de concentrados de cobre –a partir de una planta de flotación convencional que procesará 105.000 ton de mineral diario– y un proceso de lixiviación y SX-EW, que producirá 30.000 ton de cátodos anuales.

Las reservas de mineral del yacimiento han sido estimadas en 1.047 millones de toneladas de minerales sulfurados con una ley promedio de 0,34% de cobre y 126 ppm de molibdeno y 296 millones de toneladas de minerales lixiviables con una ley del 0,30% de CUT.

Los minerales oxidados, mixtos y sulfurados de baja ley, serán procesados en un depósito de lixiviación (en pilas “run-of-mine” o ROM), donde el cobre contenido en la solución resultante será recuperado en una planta de extracción por solvente y electro-obtención, entregando cátodos de alta pureza.

En tanto, el mineral sulfurado será procesado en una planta concentradora convencional. La etapa de molienda se efectuará en un molino SAG de 40 pies por 26 pies y dos molinos de bola de 27 x 46 pies. La potencia instalada en esta planta de molienda alcanza a 86.000 HP. El proceso de flotación se efectuará en circuitos típicos de flotación con celdas de 300 m3 cada una, generándose un concentrado mixto de cobre y molibdeno el cual finalmente será enviado a una planta de flotación y recuperación de molibdeno.

En el primer quinquenio de operaciones está previsto que Caserones produzca anualmente 150.000 ton de cobre fino en concentrados, 30.000 ton de cátodos de cobre y 3.000 toneladas de molibdeno en concentrados, valor que irá decreciendo a lo largo de su vida útil hasta 130.000 ton de cobre fino anual en concentrados y 20.000 ton de cátodos en los primeros 18 años de su vida útil y 3.000 toneladas de molibdeno fino contenidos en concentrado. El Proyecto Caserones producirá en sus 28 años de operación 3,14 millones de toneladas de cobre fino contenidos en concentrados, 86.844 ton de molibdeno fino y 406.000 ton de cátodos de cobre.

Mientras tanto, Jaime Andrade, gerente de Asuntos Externos y Comunicaciones de SCM Lumina Cooper Chile, luego le bajó la expectativa a la posibilidad de traer agua desde Argentina. “Era viable técnica, económica y ambientalmente. Se traía desde el Río Salado que corre muy cerca de la frontera y a una altura que permite una solución técnicamente viable. Desde el punto de vista económico, cualquier solución que nos permitía construir 30 km de cañería era factible”, indicó.

“Y ambientalmente también, porque a pesar que el agua tiene un alto contenido de arsénico, nosotros teníamos pensado instalar una planta de abatimiento inmediatamente en la frontera para solucionar ese problema”, destacó.

Sin embargo, explicó que “este proyecto no tenía ningún respaldo jurídico-político que a nosotros nos diera garantía ante hechos sucedidos con Argentina, como el tema del gas. No podíamos arriesgar un proyecto de 28 años con una solución que podía caerse, por ejemplo, en 5 años.

“Para nosotros traer agua desde Argentina sigue siendo una alternativa interesante, pero sólo eso: una opción. Nuestro programa de gestión hídrica sigue siendo el aprobado en el estudio de impacto ambiental y que contempla sacar agua de nuestros propios pozos y aplicar una serie de medidas tendientes a reducir el déficit del recurso”, dijo finalmente.

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