En Argentina
(por Gabriel Genri*) El multimillonario George Soros, no solo es el mayor propietario de tierras en nuestra Patagonia, también es el principal impulsor de la despenalización de la tenencia de drogas. A través de su fundación Open Society financia a las principales fundaciones impulsoras de la Reducción de Daños en el país. Los aliados de Aníbal Fernández en su puja por cerrar la SEDRONAR, pedirán el próximo 8 de mayo la legalización de la marihuana.
"Harm Reduction" es la voz inglesa para la estrategia desplegada por George Soros a nivel mundial para avanzar hacia la legalización del mercado de drogas.
En el sitio web de su Fundación Open Society, puede verse el detalle de las iniciativas de Reducción de Daños que financia en todo el planeta. Junto a esta herramienta avanza en lo que denominan la Conferencia Internacional para la Reforma de las Políticas de Drogas.
En el sitio web de su Fundación Open Society, puede verse el detalle de las iniciativas de Reducción de Daños que financia en todo el planeta. Junto a esta herramienta avanza en lo que denominan la Conferencia Internacional para la Reforma de las Políticas de Drogas.
El 6 de agosto del 2009, la Fundación Open Society llegó al Congreso Nacional para disertar sobre las bondades de la despenalización de la tenencia de drogas.
El acto, organizado por la Fundación Intercambios, contó con el apoyo de la Embajada Inglesa y de Holanda. El detalle, fueron sus dos únicos oradores: el jefe de gabinete, Aníbal Fernández y el juez de la Corte Suprema, Eugenio Zafaroni.
Dos días después, la Corte Suprema dicta el fallo que despenaliza la tenencia de drogas. A las semanas, el jefe de gabinete, Aníbal Fernández, crea el Comité Cientifico Asesor, bajo la dirección de la ex fiscal Mónica Cuñaro. Esta es el área con la cual Fernández pretende dar el golpe de gracia a la Secretaria de Lucha contra el Narcotráfico y las Adicciones (SEDRONAR).
El encono entre Fernández y Juan Ramón Granero, titular de la SEDRONAR, nace de la oposición del segundo a las políticas despenalizadoras.
El argümento de Granero es simple. La despenalización del consumo de drogas es una realidad en Argentina desde el año 1989, fecha en que el Gobierno de Raúl Alfonsín sancionó la ley nacional 23737 de estupefacientes. En la misma, se preveía que el adicto pudiera ingresar a un tratamiento terapéutico bajo costas del Estado. Es decir, en forma gratuita.
Con el proyecto de Fernández solo se despenaliza la tenencia de drogas beneficiando al pequeño vendedor de drogas, quien es la fuente de las riquezas millonarias del narcotráfico internacional. Y por otro lado, aleja al adicto del acceso gratuito al sistema de salud.
Mientras esta pelea aún se lleva adelante en forma soterrada. Según datos de la Gendarmería Nacional, los secuestros de marihuana en el país a partir del fallo de la Corte Suprema crecieron un 300 por ciento.
De igual manera, creció el comercio de semillas de marihuana. En marzo pasado, fue descubierto en La Rioja, el primer banco de semillas de nuestro país. Basados en el anonimato de Internet, la venta de semillas y todo el apoyo logístico para la siembra y cosecha de marihuana es difundida a través de las redes sociales como facebook.
Donde grupos de usuarios muestran diferentes técnicas para la obtención de derivados del cannabis, como la leche de marihuana, o el peligroso hachís (Ver Afganistan) . Estos grupos, juntos a las asociaciones de reducción de daños pedirán el próximo 8 de mayo la legalización de estas drogas.
Pero eso no es todo, las redes sociales también comienzan a publicitar la venta de drogas de producción nacional, como el aceite de marihuana. El componente base para el desarrollo de una industria de productos cannabicos.
Este panorama no es nuevo en el mundo. Soros, a través de Open Society, financió el desarrollo de diversos emprendimientos de estás características en los estados de Norteamérica donde logró avanzar en la legalización bajo el eufemismo de marihuana medicinal.
Bajo una envidiable acción de marketing, y un llamativo packaging inocentes galletas, tortas y bebidas llevan consigo la adictiva marihuana.
Según datos del Observatorio Nacional de Drogas, marihuana y alcohol son la puerta de acceso a otras drogas. Hasta mediados de 2009, Argentina era el país latinoamericano con mayor números de consumidores de cocaína, y el segundo consumidor de marihuana entre adolescentes de la escuela secundaria. Un gran mercado para Soros.
* Gabriel Genri, periodista y delegado riojano de la Asociación Antidrogas de la República Argentina.
El acto, organizado por la Fundación Intercambios, contó con el apoyo de la Embajada Inglesa y de Holanda. El detalle, fueron sus dos únicos oradores: el jefe de gabinete, Aníbal Fernández y el juez de la Corte Suprema, Eugenio Zafaroni.
Dos días después, la Corte Suprema dicta el fallo que despenaliza la tenencia de drogas. A las semanas, el jefe de gabinete, Aníbal Fernández, crea el Comité Cientifico Asesor, bajo la dirección de la ex fiscal Mónica Cuñaro. Esta es el área con la cual Fernández pretende dar el golpe de gracia a la Secretaria de Lucha contra el Narcotráfico y las Adicciones (SEDRONAR).
El encono entre Fernández y Juan Ramón Granero, titular de la SEDRONAR, nace de la oposición del segundo a las políticas despenalizadoras.
El argümento de Granero es simple. La despenalización del consumo de drogas es una realidad en Argentina desde el año 1989, fecha en que el Gobierno de Raúl Alfonsín sancionó la ley nacional 23737 de estupefacientes. En la misma, se preveía que el adicto pudiera ingresar a un tratamiento terapéutico bajo costas del Estado. Es decir, en forma gratuita.
Con el proyecto de Fernández solo se despenaliza la tenencia de drogas beneficiando al pequeño vendedor de drogas, quien es la fuente de las riquezas millonarias del narcotráfico internacional. Y por otro lado, aleja al adicto del acceso gratuito al sistema de salud.
Mientras esta pelea aún se lleva adelante en forma soterrada. Según datos de la Gendarmería Nacional, los secuestros de marihuana en el país a partir del fallo de la Corte Suprema crecieron un 300 por ciento.
De igual manera, creció el comercio de semillas de marihuana. En marzo pasado, fue descubierto en La Rioja, el primer banco de semillas de nuestro país. Basados en el anonimato de Internet, la venta de semillas y todo el apoyo logístico para la siembra y cosecha de marihuana es difundida a través de las redes sociales como facebook.
Donde grupos de usuarios muestran diferentes técnicas para la obtención de derivados del cannabis, como la leche de marihuana, o el peligroso hachís (Ver Afganistan) . Estos grupos, juntos a las asociaciones de reducción de daños pedirán el próximo 8 de mayo la legalización de estas drogas.
Pero eso no es todo, las redes sociales también comienzan a publicitar la venta de drogas de producción nacional, como el aceite de marihuana. El componente base para el desarrollo de una industria de productos cannabicos.
Este panorama no es nuevo en el mundo. Soros, a través de Open Society, financió el desarrollo de diversos emprendimientos de estás características en los estados de Norteamérica donde logró avanzar en la legalización bajo el eufemismo de marihuana medicinal.
Bajo una envidiable acción de marketing, y un llamativo packaging inocentes galletas, tortas y bebidas llevan consigo la adictiva marihuana.
Según datos del Observatorio Nacional de Drogas, marihuana y alcohol son la puerta de acceso a otras drogas. Hasta mediados de 2009, Argentina era el país latinoamericano con mayor números de consumidores de cocaína, y el segundo consumidor de marihuana entre adolescentes de la escuela secundaria. Un gran mercado para Soros.
* Gabriel Genri, periodista y delegado riojano de la Asociación Antidrogas de la República Argentina.