La situación es alarmante en varios puntos de San Luis. Los pobladores rurales son los más afectados por el desabastecimiento.
Si San Luis y Villa Mercedes sufrieron las últimas semanas la escasez de combustible y llegar a llenar un tanque de nafta o gasoil se convirtió en una odisea, en otros puntos de la provincia todavía la están pasando mucho peor. San Francisco es una de las localidades más afectadas, con una semana completa sin naftas, con las dos estaciones de servicio sin stock y con Lujan y Quines -los pueblos más cercanos- también sin abastecimiento.
El jueves a la noche llegó un camión a la Estación "El Amado" con 5 mil litros de nafta súper y 7 mil de gasoil. "Pedimos el doble y llegó menos de la mitad. Creo que nos quedan pocas horas de combustible, por lo menos hasta la otra semana", comentó ayer al mediodía uno de los propietarios, Antonio Alcaraz. Peor es el panorama de la otra estación: "Dols" que recibió el jueves nada más que mil litros de gasoil. "Las proveedoras nos tienen a puras promesas, pero no cumplen. La situación es muy mala", expresó el encargado, Omar Niz.
Los dos comerciantes coincidieron en destacar que la gente está viviendo una verdadera paranoia. Los que más lo sufren son los pobladores rurales que necesitan trabajar en el pueblo, llevar alimentos para el ganado, comercializar o asistir a sus lugares de trabajo y no tienen cómo hacerlo. "La gente me llama a la una de la madrugada para ver si llegó el camión. Y antes que llegue hay colas de varias cuadras que hacen que se agote rápidamente porque todos buscan llenar sus tanques", indicó Niz.