Una familia de cuatro integrantes necesita ahora $ 1.939 para no ser considerado pobre, según un informe de FIEL. El costo de la Canasta Básica Alimentaria por adulto (CBA), que determina niveles de indigencia, para la Ciudad de Buenos Aires alcanzó el mes pasado $ 330,3. En tanto, la CBT por adulto –que determina la línea de pobreza– ascendió a $ 627,5.
La Canasta Básica Total (CBT) ascendió 1,7% en julio y una familia de cuatro integrantes necesita ahora $ 1.939 para no ser considerado pobre, según un informe de FIEL.
El costo de la Canasta Básica Alimentaria por adulto (CBA), que determina niveles de indigencia, para la Ciudad de Buenos Aires alcanzó el mes pasado $ 330,3. En tanto, la CBT por adulto –que determina la línea de pobreza– ascendió a $ 627,5.
Así, el costo de la CBA para un hogar tipo de cuatro miembros fue en julio de $ 1.020,6 y el de la CBT para ese mismo hogar ascendió a $1939. En lo que va del año, la canasta familiar que marca la línea de pobreza aumentó $ 381,1, remarcó el informe de FIEL.
Para Economía & Regiones, la canasta básica alcanzó $ 1.796 al mes en julio y la alimentaria, $ 949. Esta última aumentó 30% en 12 meses.
Mientras tanto, los aumentos en la medicina prepaga, que rigen desde el mes pasado, y en la telefonía celular, a partir de este martes, marcarán la cancha para que la inflación avance este mes otro 1,5%, según las previsiones de distintas consultoras privadas. Así, el año se encamina a terminar con un aumento en el costo de vida del 25%.
Entre enero y julio, los precios de los alimentos fueron la variable dominante para definir la evolución del costo de vida. Pero a partir del mes pasado, los incrementos en la salud comenzaron a hacerse notar. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) que elabora el Estudio Bein marcó en julio una suba del 6,5% en el rubro Salud, por incrementos en las prepagas y medicamentos.
Los estudios privados estimaron en julio un avance del costo de vida de entre 1,6% y 1,7%. Coincidieron en remarcar el recalentamiento de los precios, luego de un par de meses con inflación alrededor de 1,2% o 1,3%.
Según distintos analistas, la incidencia del aumento en las prepagas, de entre 15% y 20%, también se hará notar en el costo de vida de agosto. “Dados los aumentos previstos en medicina privada, tarifas de servicios públicos y otros rubros, es posible que en agosto el registro sea mayor que el de julio”, aseveró la consultora Finsoport, de Jorge Todesca.
El incremento en las tarifas de telefonía celular del 15% (ver página 18) también pesará en el costo de vida. Aunque su peso en los índices privados será dispar, ya que algunas consultoras usan la base del Indec para consignar sus indicadores y los teléfonos móviles tienen una ponderación mínima.
“Los servicios privados van a aparecer en este trimestre, en el que los precios se dinamizan”, dijo Ricardo Delgado, economista de Analytica. “El segundo semestre suele ser más caliente que el primero”, prosiguió.
También comienzan a jugar entre los servicios las quitas a los subsidios de luz y gas a partir de este mes, del orden del 70%. Si bien el discurso oficial remarca que afecta a los usuarios de consumo elevado y mayor poder adquisitivo, la erradicación violenta de los subsidios impacta en los bolsillos de la clase media. No obstante, estos incrementos comenzarán a notarse con más fuerza en septiembre, que es cuando llegan las boletas con menos subsidio, aseveró Marina Dal Poggetto, economista del Estudio Bein. “El frío que hizo en la primera semana de agosto puede hacer ruido en septiembre”, afirmó.
Los precios de los alimentos, en tanto, continuarán explicando buena parte del costo de vida, aunque la estacionalidad que provocó subas en algunas verduras, por el frío extremo, debería quedar detrás. “(El rubro) Alimentos puede tener algún tipo de estacionalidad, pero va sa seguir dominando. Nuestro índice del sector registra una suba del 32% en 12 meses y son los niveles aproximados que prevemos hacia fin de año”, afirmó Delgado.
Los estudios privados estimaron en julio un avance del costo de vida de entre 1,6% y 1,7%. Coincidieron en remarcar el recalentamiento de los precios, luego de un par de meses con inflación alrededor de 1,2% o 1,3%.
Según distintos analistas, la incidencia del aumento en las prepagas, de entre 15% y 20%, también se hará notar en el costo de vida de agosto. “Dados los aumentos previstos en medicina privada, tarifas de servicios públicos y otros rubros, es posible que en agosto el registro sea mayor que el de julio”, aseveró la consultora Finsoport, de Jorge Todesca.
El incremento en las tarifas de telefonía celular del 15% (ver página 18) también pesará en el costo de vida. Aunque su peso en los índices privados será dispar, ya que algunas consultoras usan la base del Indec para consignar sus indicadores y los teléfonos móviles tienen una ponderación mínima.
“Los servicios privados van a aparecer en este trimestre, en el que los precios se dinamizan”, dijo Ricardo Delgado, economista de Analytica. “El segundo semestre suele ser más caliente que el primero”, prosiguió.
También comienzan a jugar entre los servicios las quitas a los subsidios de luz y gas a partir de este mes, del orden del 70%. Si bien el discurso oficial remarca que afecta a los usuarios de consumo elevado y mayor poder adquisitivo, la erradicación violenta de los subsidios impacta en los bolsillos de la clase media. No obstante, estos incrementos comenzarán a notarse con más fuerza en septiembre, que es cuando llegan las boletas con menos subsidio, aseveró Marina Dal Poggetto, economista del Estudio Bein. “El frío que hizo en la primera semana de agosto puede hacer ruido en septiembre”, afirmó.
Los precios de los alimentos, en tanto, continuarán explicando buena parte del costo de vida, aunque la estacionalidad que provocó subas en algunas verduras, por el frío extremo, debería quedar detrás. “(El rubro) Alimentos puede tener algún tipo de estacionalidad, pero va sa seguir dominando. Nuestro índice del sector registra una suba del 32% en 12 meses y son los niveles aproximados que prevemos hacia fin de año”, afirmó Delgado.