martes, 3 de agosto de 2010

Acusan de "falta de voluntad" al juez Luna en resolver una causa

Foto ilustrativa
CHEPES, Mónica Ibáñez, viuda de Julio Ernesto Albornoz muerto en 2006 por un colectivo de larga distancia de la empresa Tramat, acusó al juez de instrucción David Oscar Luna de falta de voluntad para resolver la causa en la que se investiga la muerte de su esposo y teme que prescriba.

Así lo dijo a EL INDEPENDIENTE, temerosa de que la causa prescriba debido al tiempo transcurrido desde que la Cámara Única de la V Circunscripción con asiento en esta ciudad, le devolviera al juez David Luna las actuaciones que se tramitan bajo el expediente 6166/06, caratulados "Averiguación de muerte de Julio Ernesto Albornoz en accidente de tránsito", por "no estar de acuerdo con su primera resolución y para que siga investigando cosas que no había investigado antes".

Ibáñez recordó que el desgraciado hecho en el que perdiera la vida su esposo, se produjo a las 0 horas y 10 minutos del 1 de enero de 2006 sobre ruta nacional 141 (Chepes - San Juan), a unos 5 km al oeste de Chepes, y en circunstancias en las que Albornoz circulaba en bicicleta en dirección este-oeste fue atropellado y muerto en el acto por un transporte de pasajeros de la empresa Tramat, conducido por Carlos Guillermo Bautista.

En los albores de la investigación de la causa, el chofer del transporte fue imputado como supuesto autor de homicidio culposo, pero luego el juez en su primera resolución en noviembre de 2008, dicta un auto de "falta de mérito a favor del chofer" -dice la viuda--, la que es apelada por ante la Cámara Única de la V Circunscripción, la que después gira las actuaciones nuevamente al juez David Luna "ordenándole seguir con las investigaciones porque no comparte la resolución" del magistrado

La viuda consideró que "hay una excesiva demora y que existen elementos claros para determinar la culpabilidad o responsabilidad del conductor, ya que el accidente se produce en una recta donde hay perfecta visibilidad", por lo que el conductor "necesariamente debió verlo" a su infortunado esposo porque "iba solo por la ruta, sin vehículos que lo pudieran encandilar, y lo impacta a la velocidad que venía, a 90 km por hora", cuestión que fue "determinada por la pericia realizada por la licenciada Pagotto, perito de la Policía Judicial".

Como la Cámara había ordenado al juez realizar otras investigaciones que no se habían hecho, en setiembre de 2009 "se reconoce" lo que venía sosteniendo la querellante "que el colectivo invadía casi un metro el carril por donde venía mi esposo en la bicicleta", lo que "quedó confirmado cuando viene la perito" de la policía judicial.

Por todo ello, la esposa del desaparecido Albornoz consideró "que no hay voluntad del juez de resolver" porque la negligencia o la impericia del conductor "es evidente (notable)", y quiere advertir de la actual situación por la que está pasando la causa.