sábado, 14 de agosto de 2010

"El Gobierno no escucha y se escandaliza si hay corte"

Llorente y el rompetormentas





















La citación del juez federal Daniel Herrera Piedrabuena a manifestantes que en febrero cortaron la ruta nacional 141, levantó una ola de expresiones de solidaridad para con los imputados, y de críticas a los poderes del Estado nacional y provincial en las figuras del intendente Claudio Saúl y del gobernador Luis Beder Herrera.
La citación de Piedrabuena a siete ciudadanos que habrían participado de un corte de la ruta nacional 141 en el tramo Chepes-San Juan en las jornadas del 15 y 16 de febrero de este año, cayó como un mazazo en la población, que salió a manifestar su solidaridad para con los imputados, actitud que contrastó con los funcionarios del Gobierno local.

Entre las voces, alzó la suya el cura párroco Gonzalo Llorente, quien luego de expresar que "estoy preocupado, entristecido y sorprendido por esta acusación", se solidarizó con los imputados en el hecho, aclarando que "ninguno de nosotros somos partidarios de los cortes de ruta".

Pero admitió que "siendo consciente de que es un delito, es una última instancia frente a lo difícil que se hace dialogar en esta democracia", y que "a veces estos hechos que molestan a terceros, son los únicos modos de hacer gritar un reclamo, por parte quienes hace más de diez años buscan una solución, de parte del pueblo, pero siempre desde los sectores de poder, hacen oídos sordos".

Agregó el religioso que "soy consciente de que al intendente (Claudio Saúl) se le hicieron muchas notas pidiendo el diálogo, pero hizo oídos sordos"; también los poderes del Estado, como el Concejo Deliberante de Rosario Vera Peñaloza, visto como "espacio de diálogo" es "como que no existe" y es "muy doloroso ver que siete hermanos nuestros, tengan que estar frente a un juez federal para hacer frente a esta situación que es la expresión de la impotencia de un pueblo, porque ellos (los citados por el juez), interesados, no son".

¿SILENCIAR CON EL TEMOR? 

Esta situación "me sorprende, -dijo Llorente-, porque uno ha visto tantas situaciones conflictivas en las que se han cortado rutas, en Buenos Aires a diario cortan calles, puentes cortados durante dos años, el conflicto con el campo y nunca se escuchó que tengan conflicto y acá por un corte de ruta... la verdad es que me llama la atención".

Más adelante y endureciendo su posición se preguntó "¿Qué se pretende con esto, acallar un reclamo? ¿Silenciar con el temor a un pueblo, amedrentar, inmovilizar?, para luego reafirmar su apuesta al diálogo afirmando que "la única forma que estas cosas no sucedan, es apostar al diálogo".

Sostiene el sacerdote que "Chepes es un pueblo con mucha fuerza en sus organizaciones e instituciones, es un pueblo que hace oír sus voces; por ahí voces que pueden estar equivocadas, pero que se levantan reclamando el diálogo".

GOBERNADOR SIN VOLUNTAD DE ESCUCHAR 

Llorente abogó para que esta situación de imputación del delito de corte de ruta a siete ciudadanos chepenses, "ayude para ver si podemos ir dialogando".

El cura párroco -uno de los que más se identifica con la prédica del asesinado obispo Enrique Angelelli-, recordó que "el 4 de agosto nos hemos llenado de la palabra de monseñor Angelelli" quien tenía como una de sus máximas, que "cada uno como cristiano, tiene que ir caminando con un oído en el pueblo y el otro en el Evangelio", afirmando que el prelado "siempre insistió en poner el oído en el pueblo".

De seguido, clamó señalando ¡cuánto nos cuesta poner el oído en el pueblo!", para luego preguntarse "¿o vamos solamente con nuestras verdades como si fueran verdades absolutas, sin escuchar al otro? Puede haber otras verdades, otras situaciones, otros reclamos", advirtió.

"Esto del avión rompetormentas -continuó-, es un sentir del pueblo, de las comunidades rurales, del hombre de campo, pero ¿cuándo el Gobernador tuvo una actitud de escuchar, de investigar, de acompañar?, ¡nunca!, pero si después, la gente, nerviosa, como última medida corta una ruta, ya nos escandalizamos y se reprime".

Para el cura párroco, "en lo primero que tenemos que poner el acento y empeño, es en escucharnos como sociedad, a las distintas voces, opiniones; no solamente la mía, y especialmente la mirada que tiene el pueblo, sus organizaciones populares y de la gente que está luchando. Que esta situación tan dolorosa -concluyó- sirva para crecer, si es que sabemos como abrir el corazón". 

Gonzalo Llorente