domingo, 22 de noviembre de 2009

Mitos sobre el cáncer que generan temor en los argentinos



Especialista explicó qué en nuestro país y en toda América Latina los pacientes no sólo enfrentan la enfermedad sino también miedos, muchas veces infundados. En esta nota, los cinco mitos más comunes entre los latinoamericanos.




Luchar contra un diagnóstico de cáncer es siempre difícil. Pero los expertos aseguran que, además de a la nueva enfermedad, los pacientes enfrentan miedos basados en creencias, en general, erróneas y que son contraproducentes al momento de avanzar en el mejoramiento de la calidad de vida.
“La causa de los mitos yo creo que es la mala información y el miedo ante la realidad, ya que el cáncer es una enfermedad que crece en la región”, afirmó Alessandra Durstine, a cargo de las iniciativas en América Latina de la Sociedad Americana del Cáncer, en el marco del Latin American Media Oncology Forum realizado días atrás en Santiago de Chile.

La especialista enumeró los cinco mitos más comunes entre los latinoamericanos. Estos son:

1 - “El cáncer es una sentencia de muerte”


Durstine se encargó de aclarar que, definitivamente, este pensamiento es erróneo. “En el pasado el diagnóstico sí fue una sentencia de muerte, pero ahora lo es cada vez menos”, afirmó. Y agregó: “En la mayoría de los casos puede prevenirse o tratarse correctamente”.
Distintas estadísticas aseguran que en Europa y en los Estados Unidos el 70% de los pacientes a quienes se les detectan, de manera precoz, tumores malignos no llegan a desenvolverlos. Sin embargo, esta cifra es de sólo un 30% (la inversa) en los países en vías de desarrollo, destacó la especialista.
Para ella, una de las principales falencias de la región se encuentra en las políticas públicas de detección temprana del cáncer. Según afirmó, una mejora en este aspecto podría haber permitido que el tumor no crezca en el 50% de los casos de cáncer que existen hoy en el mundo.
Por otra parte, alentó a los pacientes a no temer frente a un diagnóstico positivo de la enfermedad, ya que “los nuevos tratamientos permiten reducir los efectos colaterales”.

2 – “El cáncer no es un problema de nuestro país”


Durstine remarcó que es una creencia común -y errónea- de los países latinoamericanos el pensar que los tumores malignos son propiedad excluyente de Europa y los Estados Unidos, por lo que descuidan las políticas públicas para evitar la proliferación local de casos.
La representante de esta organización confirmó que, en 2005, hubo en todo el planeta 7.6 millones de muertes, “el 70% se produjo en países de bajos y medianos ingresos”.
En América Latina existe una tendencia ascendente de casos de cáncer de mama, cervical y de riñón. De hecho, su incidencia cervicouterina es cuatro o cinco veces mayor que en los países del norte. En tanto, en la Argentina, las personas tienen un 12,5% de posibilidades de desarrollar tumores antes de los 65 años, en especial de mama, cervical y colo-rectal.


3 – “El cáncer es mi destino”


La especialista explicó que el cáncer es posible de prevenir si se destierra una serie de factores de riesgo encabezada por el tabaquismo y la obesidad. En los países en vías de desarrollo, explicó, “un 10% de las muertes por tabaquismo se podría prevenir”.
Actualmente, el cigarrillo causa 5.4 millones de fallecimientos al año, y se estima que para el siglo XXI las muertes totales asciendan a 1.000 millones. “La Argentina tiene cifras de fumadores muy altas en América Latina. Eso es una ola que va a tener un impacto para las próximas décadas, sin dudas”, opinó.
La obesidad, por su parte, fue destacada como un factor de riesgo clave en el desarrollo de distintos tipos de cáncer en la población latinoamericana.


4 – “Estoy solo”


Durstine puse énfasis en que el paciente con diagnóstico positivo de cáncer “nunca está solo”. Siempre va a contar con familiares, amigos y especialistas que lo apoyen y le den aliento. Sin embargo, admitió que es necesario un trabajo mucho más fuerte de la sociedad civil.
“Tenemos que tener una comunidad de sobrevida en América Latina”, afirmó, que sea capaz de hacer pública la posibilidad cierta de salir adelante y superar la enfermedad.
“Lo que nosotros notamos en las ONG en América Latina es que hay mucha competencia entre ellas, y muy poca coordinación de sus esfuerzos. Y normalmente las ONG son muy pequeñas, el impacto individual que pueden tener es muy limitado. Entonces, deberían juntar esfuerzos para llegar a cada persona en la Argentina con la información adecuada y dar apoyo a los pacientes después del diagnóstico”, opinó.
En la región existen 24.6 millones de sobrevivientes, según cifras de 2002. “Sin comunidad de sobrevivientes no se va a lograr nada”, sostuvo la especialista.

5 – “No hay nada que nuestra comunidad pueda hacer”


“Este mito es absolutamente falso”, aseguró Durstine. Ella puso énfasis en la posibilidad de que mejores políticas públicas de salud específicas para el combate del cáncer reviertan esta creencia.
La mayor falencia de los gobiernos, según remarcó, es que no consideran a la enfermedad dentro de la categoría de males crónicos, por lo que la cura es ajena para gran parte de las personas. “Es una enfermedad que requiere acceso al tratamiento, a métodos de detección temprana y a toda la población”, destacó. Y agregó: “Los gobiernos en América Latina deberían hacer más esfuerzos nacionales de educar a la población, y dar acceso a los servicios que pueden detectar los diferentes tipos de cánceres”.
Para ello se requiere de una fuerte inversión política, económica y social, y del accionar de gobiernos, medios de comunicación, individuos, pacientes y sus organizaciones, y ONG, finalizó Durstine.

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