Tras un año de reclamos, la sala de espera de la terminal de ómnibus de Chepes volvió a funcionar como tal, ya que había sido ocupada por el área de Defensa Civil, que se negaba a desocuparla.
La vieja terminal de ómnibus de Chepes, que presenta un sinfín de problemáticas referidas a su capacidad, sanitarios, playa de ingreso de colectivos insuficientes, construcción en mal estado de conservación, tampoco disponía de sala de espera para los pasajeros que transitan diariamente por la cabecera departamental.
Lo cierto es que el espacio físico de dicha sala se encontraba disponible para tal fin, pero hace aproximadamente un año, la directora de Defensa Civil, Gloria Palma se apropió del lugar, instalando la oficina de la delegación Chepes de la repartición provincial que ella dirige.
A pesar de los tantos pedidos hechos en distintos ámbitos provinciales y nacionales, dado que las empresas de colectivos de larga distancia reclamaban por el espacio que necesitaban los usuarios de sus empresas y que muchos debían pasar por momentos difíciles ante las inclemencias del tiempo, ya que la terminal es abierta y sólo cuenta con esa sala para guarecerse en los días de frío o de calor intensos, no se había logrado durante este tiempo que la funcionaria municipal entregara la sala, que además "permanecía cerrada durante casi todo el día", manifestaron los boleteros de la terminal, ya que la delegación de la repartición provincial no muestra actividad alguna, no se conoce si tiene personal idóneo y "sólo de vez en cuando aparecía una empleada que se quedaba unos pocos minutos en la oficina y luego se retiraba".
Lo que nunca pudo saberse es, si el intendente Claudio Saúl tenía conocimiento de esta situación, a pesar de que los reclamos se hacían casi a diario por los medios de comunicación local y provincial, desde distintos ámbitos, pasajeros, agencieros, choferes de larga distancia, inspectores de ómnibus, vecinos, entre muchos otros.
Finalmente, la directora de Defensa Civil local, desocupó el lugar y la gente ya tiene un lugar para cobijarse ante los intensos fríos mientras esperan los colectivos para viajar o hacer trasbordos.
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