La oferta de financiamiento barato y a largo plazo para la construcción de viviendas despertó un fuerte interés. La web de la Anses recibió ocho mil consultas por minuto. El Gobierno oficializó la creación del fideicomiso que canalizará los créditos.
En el debut del programa de financiamiento para construcción de viviendas, Pro.cre.ar, 302 mil personas iniciaron el trámite para obtener los préstamos en la página web de la Anses. El organismo que conduce Diego Bossio ya otorgó 65 mil turnos a interesados en Rosario, Córdoba, Mendoza, La Plata y Capital Federal que ya poseen terreno para la construcción. Los centros urbanos de la provincia de Buenos Aires como La Matanza o Morón concentraron una gran cantidad de solicitudes de turnos de familias sin terrenos propios. En veinte días, cuando se definan los primeros proyectos de viviendas y puesta en valor de los predios fiscales donde se levantarán inmuebles, la Anses y el Banco Hipotecario comenzarán a hacer llamados para otorgar los turnos a quienes no poseen terrenos. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner creó ayer, a través de un decreto firmado por todo el gabinete, el fideicomiso que canalizará el financiamiento de los créditos hipotecarios. Además, se publicó en el Boletín Oficial el listado de los 86 predios ubicados en todas las provincias del país que suman 1820 hectáreas donde se construirán las primeras soluciones habitacionales con distintas características.
El interés que despertaron los créditos hipotecarios del Pro.cre.ar cuadruplicó el caudal de consultas por minuto que recibe la página de Internet de la Anses: pasaron de dos mil a ocho mil cada 60 segundos, en promedio. Durante el anuncio de anteayer, apenas se habilitó el sistema de consultas, se efectuaron 150 visitas por segundo a la web. “La demanda está”, celebraron directivos del organismo previsional. En las primeras 24 horas, el 56 por ciento de los trámites los hicieron personas que ya poseen terrenos para la construcción y el otro 43 por ciento corresponde a individuos que no cuentan con tierras.
El Pro.Cre.Ar está pensado para impulsar la actividad en un momento de desaceleración económica, generar empleo y ofrecer una solución a los problemas habitacionales de las familias de ingresos bajos y medios. El eje del programa está puesto en la construcción de viviendas nuevas, pero está previsto que se puedan hacer reparaciones y ampliaciones. Los préstamos no están disponibles para comprar casas usadas o nuevas terminadas ni departamentos de pozo. Lo que sí está contemplado son las edificaciones en el patio o la losa de una vivienda familiar. Para esos casos se hará una hipoteca sobre toda la casa.
Los 86 terrenos del Onabe, Ministerio de Defensa, Radio Nacional y ADIF –administradora estatal de la infraestructura ferroviaria–, ubicados en todo el país, suman 1826 hectáreas. Allí se llevará adelante el primer tramo de desarrollos urbanos. Hay predios por más de 8,5 hectáreas en Ciudad Evita, 25 en Ezeiza, 40 en San Justo y 111 en distintas zonas de La Plata. El más grande está en Pacheco, cerca del barrio privado Nordelta, y tiene 180 hectáreas. Además, hay tierras disponibles en las capitales de Córdoba, Santa Fe, San Luis, Chaco, Salta, Tucumán, Tierra del Fuego y Jujuy. Desde la Anses explican que las “soluciones habitacionales tendrán distintas características para garantizar un aprovechamiento inteligente de las tierras del Estado”. El tamaño de los terrenos dependerá de cada lugar. En los proyectos de mayor valor se construirán algunos edificios bajos y propiedades horizontales. Las “casas modelo” que tiene en carpeta la Anses para las “viviendas sociales” tendrán entre 55 y 60 metros cuadrados cubiertos, aunque están pensadas para poder ampliarse en el futuro.
En el caso de que la demanda supere la oferta de soluciones habitacionales y se necesiten más terrenos, se podrá recurrir a otras tierras fiscales, se aceptarán donaciones de las provincias, como ya anticiparon que harán los gobiernos de Buenos Aires y Santa Fe (ver aparte) y, además, el fideicomiso está habilitado para comprar terrenos. A su vez, en el equipo económico aseguran que se hará un estricto seguimiento de los proovedores de materiales para la construcción que operan en mercados oligopólicos, con los que se buscará alcanzar acuerdos de precios para evitar abusos.
El decreto 902 publicado ayer reconoce que “la oferta de crédito hipotecario en los principales bancos públicos y privados en Argentina es relativamente amplia”, pero advierte que “sus condiciones resultan altamente restrictivas para los potenciales demandantes de distintos niveles de ingresos”. En ese sentido, el texto sostiene que “los créditos ofrecidos tienen plazos y cuotas iniciales que determinan topes máximos de los montos otorgados para cubrir sólo parcialmente el valor total de la vivienda, restringiendo la utilidad de tales créditos sólo a aquellos que cuentan con una importante capacidad de ahorro”.
El Pro.cre.ar quiebra esa lógica. Ofrece tasas de interés fijas en pesos entre 2 y 14 por ciento, plazos de pago hasta 30 años y no establece un piso de ingresos para acceder a los préstamos. No obstante, en la Anses explicaron que es necesario tener un trabajo en relación de dependencia o demostrar un flujo de ingresos como independiente, comerciante, profesional o monotributista. Pero además, las personas de menores recursos podrán acceder a créditos más pequeños donde la cuota mensual no podrá superar el 40 por ciento de sus ingresos mensuales.
El financiamiento de los créditos hipotecarios se hará a través de un fideicomiso. El Estado aportará los terrenos y recursos del Tesoro. Esos fondos serán administrados por el Banco Hipotecario –propiedad del Estado y el Grupo Irsa–, que deberá seguir los lineamientos establecidos por un Comité Ejecutivo compuesto por el viceministro de Economía, Axel Kicillof; el titular de la Anses, Diego Bossio; el secretario de Obras Públicas del Ministerio de Planificación, José López, y el titular del Onabe, Antonio Vulcano.
Además de los aportes que haga el Tesoro, el fideicomiso emitirá títulos que serán suscriptos por la Anses a través del FGS. El objetivo es desembolsar alrededor de 20 mil millones de pesos que en el primer tramo podrían llegar hasta los 6 mil millones de pesos. Bossio afirmó que el proyecto “es una inversión segura para los recursos de la Anses. Cuando se diseña un crédito con condiciones accesibles, la gente paga. En 2009, el Banco Hipotecario otorgó 7500 préstamos para la vivienda. Hoy, sólo uno está en mora”. En términos de rentabilidad, esos títulos ofrecerán un retorno similar al que consigue el organismo por sus depósitos a plazo en el sistema bancario.
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