Por Alcira Brizuela:Alejandra Oviedo se olvida de su historia y sus declaraciones son irrisorias
Observo asombrada, las declaraciones de la diputada Alejandra Oviedo sobre el tratamiento de la ley de coparticipación. Es extraño escuchar que una militante de antaño, que comenzó su camino en la juventud peronista se muestre temerosa de su patrón para tratar una ley que es de la democracia.
Observo asombrada, las declaraciones de la diputada Alejandra Oviedo sobre el tratamiento de la ley de coparticipación. Es extraño escuchar que una militante de antaño, que comenzó su camino en la juventud peronista se muestre temerosa de su patrón para tratar una ley que es de la democracia.
Pero como sus declaraciones, su historia ha sido de incoherencias. Fue menemista, militante de De Narváez, adherente de todos los gobernadores, apoyó a Quintela en su candidatura de la gobernación y ahora apoya a un “gobernador K”. Habiendo expresado, como muestran los archivos de 6,7,8 que el dólar llegaría a 10 pesos. Algo así como un camaleón, que cambia de colores según la estación
Quiero recordarle a la Dra. Oviedo, que fue ella, junto a Ricardo Quintela, quienes en 1998 defendían la bandera de la coparticipación y pedían por ella. Pero evidentemente es de memoria frágil.
“No tenemos la demanda ni de la dirigencia, ni de la gente de discutir la coparticipación”, expresa la diputada. Realmente considero irrisorias estas declaraciones. O es que la diputada amnésica y ciega por ser servil al poder de turno, no logra visualizar las movilizaciones que el pueblo de La Rioja ha motorizado pidiendo se cumpla con el mandato de nuestra ley madre.
Quiero decirle que usted es representante del pueblo, no del ejecutivo, y si le molesta que consideremos la cámara como una escribanía del mismo, procure con acciones coherentes demostrar lo contrario, porque en realidad su accionar político es tan bajo que ni a escribanía llega. Es simplemente la repetidora de un libreto que le baja su patrón.
Soy una militante del espacio quintelista, y he visto muchas veces como nuestro líder le abrió los brazos ante su desolación, cuando nadie le daba un espacio Quintela se lo dio. Por lo que además de que sus declaraciones son políticamente incorrectas, se desprenden de ellas una gran ingratitud que no puedo atribuir a otra cosa que a actitudes mercenarias de quienes no se juegan por las causas y son siempre mercenarios/as de la política, en función de sus propios intereses.
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