Durante el mediodía del viernes la Virgen de Guadalupe volvió a llorar en la la localidad de Olta frente a un pequeño grupo de creyentes. Uno de ellos, era el Comisario Arroyo. La noticia conmovió a la ciudad que se aremolinó en las calles para acercarsea a la imagen.
El mediodía del viernes transcurría tranquilo en la emisora radial a donde había llegado desde Aimogasta la imagen de la Virgen de Guadalupe. Casi todos se habían ido a almorzar y solo un pequeño grupo de creyentes quedaba en el lugar.
Dos de ellos, fueron el comisario Arroyo y María Angélica, quien narró a Radio Fénix el momento en que la Virgen comienza a llorar.
"Estabamos poquitos, todos frente a ella. Gimena (Ocampo) la tocó y se toco las manos. Le pregunté si la Virgen estaba llorando. Me dijo que sí, pero yo la toque y tenía las manos secas. Luego la toco un sobrino y tenía las manos mojadas. La toqué yo con ambas manos y todos los dedos comenzaron a mojarse. Fue algo maravilloso, algo que nunca pensé vivir" ontó emocionada María Angélica.
La novedad de una nueva manifestación de la Virgen recorrió el poblado de Olta en pocos minutos y las familias se arremolinaron en sus calles para presenciar el milagro.
En diálogo con Radio Fénix, los presentes dieron muestras de su fe y su humildad ante un fenómeno que consideran "propio de Dios".
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