Dijo Carolina Morales, la joven embarazada que Marcelo Lucero intentó quemar viva. Desde el Instituto del Quemado de San Juan, Morales pidió que la causa sea caratulada como “intento de homicidio”. “Me decía que no iba a pasar de ese día, que me iba a matar”. Cuando Lucero la roció con alcohol tenía en sus brazos a su hijo de un año y medio.
Este lunes, en diálogo con Radio Fénix desde el Instituto del Quemado de San Juan, Carolina Morales solicitó que la causa sea caratulada como “intento de homicidio”.
En medio de un sentido relato, que transcurrió entre la esperanza por la vida de la criatura que lleva en su vientre y el dolor por una vida de continuos maltratos psicológicos y físicos, Carolina Morales, declaró que Lucero “siempre se las arregló para zafar” de las denuncias de maltrato y amenazas de muerte previas y que el pasado 17 de octubre, intentó matarla, que la amenazó para que callara los hechos y continúo amenazándola en el hospital.
“El me decía que me quería matar, que ya no le importaba nada. No solo me baño con el alcohol, sino por todo lo que me hizo. Nunca vaciló” dijo Carolina Morales y contó que tenía al lado a su hijo de un año y medio cuando fue rociada y prendida fuego por Lucero.
“Cuando él me hizo esto, tenía todo fuego, yo no sabía cómo hacer, me quitaba la ropa. Le decía que por favor me ayudará. Pero él me miraba fijo y no hacía nada. Salí corriendo, porque la ropa se me caía por el fuego. Entre al baño y me metí en la ducha fría. Y le pedía por favor que llamara a una ambulancia, pero no lo hacía” narró entre quiebres de llantos la joven.
Aquel 17 de octubre, tras poco más de una hora con esos sufrimientos, Lucero la dejó en la puerta del hospital y se marcho, sin antes amenazarla y ordenarle a Carolina lo que debía decir.
“Me dijo que dijera que me había quemado con el calefón haciendo fuego. Al ingresar al hospital guardé silencio, porque le tengo mucho miedo. Él me va a matar, me va a buscar y me va a matar” confió Carolina.
Luego, cuando fue ingresada al hospital Vera Barros, a los médicos le comenzó a llamar la atención que familiares de la joven no la visitaran y se sorprendieron por los diálogos que Lucero mantenía con la mujer embarazada.
En esa oportunidad, ya en Terapia Intensiva del Vera Barros, Marcelo Lucero le puso su hijo al lado, para tomarle una fotografía. “Me dijo que me iba a tomar una foto, para que mi hijo de un año y medio tuviera la última foto de recuerdo. (…) Me dijo que me debería haber muerto el lunes, para que me haya enterrado ya y me dejara de joder”.
Carolina, en estos momentos, logró ser estabilizada por los profesionales médicos sanjuaninos y la criatura que crece en su vientre estaría bien. Aunque la joven deberá someterse a diversas intervenciones quirúrgicas ante las quemaduras sufridas. “Tengo todo quemado. Toda la parte delantera, las manos, el antebrazo, el vientre. Todo lastimado tengo y estoy con mucho dolor” finalizó Carolina.