A 419 años de su fundación firmará con la Nación una serie de convenios cuyas cifras finales comenzarán a conocer durante esta semana. Todo anticipa, un gran flujo de efectivo en las arcas provinciales. Ya sea por el Plan Federal de Desendeudamiento anunciado por la presidenta Cristina Kirchner, por lo 50 millones de fondos extracoparticipables prometidos, por el millonario proyecto de financiación de la Obra Pública, o por la prórroga de la Promoción Industrial.
Cualquiera de estos cuatro temas significan un fuerte impulso a la economía provincial.
Si bien el Gobernador Beder Herrera anticipó que la deuda mantenida ante la Nación por La Rioja no es grande, cualquier beneficio que permita refinanciarla y reducirla es por demás bienvenido.
Y en esto hay que destacar el carácter federal de la medida presidencial que alcanza al 89% de la deuda de las provincias con la Nación. Y aquí no hay que dejar de señalar que el alto superávit en la recaudación fiscal del mes pasado, podría haberse utilizado de mil maneras diferentes, Sin embargo, el Gobierno Nacional decidió dar un alivió a las cuentas de las provincias, y eso podría traducirse en mayor circulante en las calles.
¿Cómo se traducirá ese alivio en nuestra provincia? Aún es una pregunta sin respuesta. Y es obvio que así sea. Lo esperanzador es que se puede abrir un periodo de debate profundo sobre el modelo de provincia a desarrollar a partir de tener un resto de caja que permita maniobrar con más holgura.
A esto hay que sumarle los 50 millones de fondos extracoparticipables que se sumarán mes a mes. Por eso, todo parece anticipar un periodo donde abrá dinero en caja.
El desafío para el Gobernador Beder Herrera será ahora transformar ese capital en fuentes de trabajo y desarrollo para la provincia. Y en esto la Cámara de Diputados debería cobrar un nuevo protagonismo en el control de la cosa pública. El camino hacia ese objetivo parece haber sido delineado ya por la comisión de seguimiento en la aplicación del programa Joaquín Victor González, que informatizará a las escuelas provinciales.
Ese sería un buen punto de partida para comenzar a construir ámbitos de control de la política pública con miembros de los diferentes poderes del Estado.
Vendrán buenos tiempos. El secreto estará en una buena administración de los fondos, que no siempre significa gastar menos. Si no invertir con racionalidad. Tal vez ese sea el cambio que permita poner en marcha el motor del desarrollo provincial.