El concejal Enrique Escudero y el diputado nacional Julio Martínez protagonizan un chisporroteo mediático en torno a la pobreza. Lo curioso es que ambos son funcionarios del Estado, pero ninguno parece hacerse responsable de los niveles de pobreza que se registran en la provincia. Ambos, en sus argumentos, señalan lo que otros dejaron de hacer. Ninguno dice qué hizo en concreto para luchar contra el hambre y la necesidad.
Escudero y Martínez, PJ y UCR, ambos con largos años en la función pública. Pero ninguno acepta tener responsabilidad en los niveles de pobreza que se registran en La Rioja, o en los barrios capitalinos que suscitaron el fuego cruzado entre los dirigentes.
Esta postal no es nueva. La UCR culpando a los 90 de Menem como cuna de los males nacionales y el PJ de Néstor Kirchner acusando a la crisis del 2001, como el comienzo de la iniquidad.
Un debate político interesante para la mesa de café. Pero insulso para resolver las carencias de la población.
No hay mayor ejercicio de la hipocresía que señalar en otro, lo que uno debería haber hecho. Y el chisporroteo mediático de Escudero y Martínez no pasa de ser eso.
Hipocresía en su forma más elemental, hasta burda me atrevería a decir. Dos personas que intentan cobrar sus cinco minutos de fama, basados en la necesidad de los sectores más castigados de nuestra sociedad.
Un Martínez, cada vez más influenciado por la ametralladora de denuncias en que se ha convertido Lilita Carrió, y un Escudero demasiado confiado en las cifras del INDEC de Moreno.
Entre las cosas dichas por ambos, no hemos podido rescatar ni una sola idea concreta, práctica y efectiva de resolver los problemas puntuales y las necesidades urgentes de las familias del barrio Argentino.
Curioso, ¿no?
