Nicolás de Vedia, subjefe de despacho del senador riojano, por pedido del bloque kirchnerista y con apoyo del gremio de los empleados legislativos, ocupa la estratégica Dirección de Comisiones. La designación fue celebrada con un asado el mediodía del jueves último en la sede de la Asociación del Personal Legislativo (APL).
El apoyo brindado por Carlos Menem (PJ-La Rioja) al kirchnerismo en el Senado, que le permitió al oficialismo evitar el rechazo del nombramiento de Mercedes Marcó del Pont al frente del Banco Central, parece haber sido recompensado con la designación de un hombre de estrecha confianza del ex presidente en un puesto clave de la Cámara alta.
El flamante funcionario es Nicolás de Vedia, subjefe de despacho del senador riojano y que desde hace poco menos de un mes, por pedido del bloque kirchnerista y con apoyo del gremio de los empleados legislativos, ocupa la estratégica Dirección de Comisiones.
La designación fue celebrada con un asado el mediodía del jueves último en la sede de la calle México de la Asociación del Personal Legislativo (APL), del que participaron, junto con el agasajado, el jefe del bloque oficialista, Miguel Pichetto (Río Negro), y el dueño de casa y secretario general de APL, Norberto Di Próspero, hombre de fuerte relación con Hugo Moyano.
De acuerdo con la información confirmada a LA NACION por varias fuentes parlamentarias, tanto el senador como el sindicalista tuvieron un papel protagónico a la hora de reclamarle al vicepresidente Julio Cobos que firmara el nombramiento de De Vedia.
En el asado también estuvieron dos funcionarios clave en la estructura política de Pichetto: el secretario Parlamentario, Juan Estrada, y el prosecretario administrativo y ex senador por Tierra del Fuego, Mario Daniele.
El nombramiento fue firmado hace tres semanas y se mantuvo en reserva, aunque hubo una ceremonia en el sexto piso del anexo del Senado en la que Estrada puso en funciones a De Vedia.
El triángulo Pichetto, Estrada y De Vedia cobra relevancia porque el cargo que ahora ocupa el operador menemista tiene incidencia en la definición de las comisiones a las que deben ser girados los proyectos de los senadores.
Es práctica parlamentaria que cuantas más comisiones participan en el debate, más se entorpece la velocidad con la que un proyecto puede obtener dictamen; y ésta es la estrategia a la que ha apelado en los últimos días el oficialismo para obstaculizar las ofensivas de la oposición en el Senado.
De Vedia lleva 40 años como empleado del Congreso y siempre fue un leal asesor de Menem, que en los albores de su primer gobierno lo designó interventor del gremio de Smata.
Gestión polémica
Sin embargo, el rol de mayor relevancia que tuvo de Vedia fue como subdirector de la Biblioteca Nacional, una gestión que concluyó en 1999 y fue motivo de fuertes controversias. En junio de ese año, De Vedia confesó ante LA NACION haber estado a punto de renunciar por la vergüenza que le provocó que Edenor cortara la luz del edificio por falta de pago. Antes, había estado envuelto en la polémica por la concesión de las obras de construcción del estacionamiento subterráneo del organismo a una empresa vinculada con un familiar de Oscar Sbarra Mitre, su jefe.
Después de varios años de bajo perfil, el nombre de De Vedia volvió a aparecer en febrero último en la firma de un correo electrónico en el que garantizaba que su jefe iba a participar del reparto de comisiones junto con la oposición.
Sin embargo, Menem frustró con su ausencia la sesión preparatoria del 24 de febrero. A mediados de abril, y tras frustrar a la oposición con otro faltazo, el ex presidente dejó en claro su alineamiento con la Casa Rosada al abstenerse e impedir que la oposición pudiera rechazar el pliego de Marcó del Pont, aun cuando había firmado el dictamen en contra.
Desde ese día, Menem ha favorecido al oficialismo y ahora un hombre de su confianza se quedó con un cargo clave en el Senado.