La fría relación entre Carlos Menem y Néstor Kirchner ha tenido idas y vueltas. Y ese vínculo se convirtió en un tema para el diario El Mercurio, de Chile. "Ambos son peronistas y el movimiento político predominante de Argentina es más que todo flexible", destaca el medio, y agrega: "Ahora Kirchner y Cristina Fernández, su esposa, aliada y sucesora, parecen haberse asociado de nuevo con su viejo enemigo". Los Kirchner y Carlos Menem:
Una inesperada alianza en Argentina
Cuando Carlos Menem prestó juramento como senador en 2005, el entonces Presidente de Argentina, Néstor Kirchner, extendió la mano y tocó madera para alejar la mala suerte. Este despliegue de modales nada de parlamentarios tenía cierta justificación: dos años antes Menem le había negado un mandato convincente cuando se retiró de la segunda vuelta electoral. Kirchner, a su vez, había criticado severamente a Menem, Presidente en la década de 1990, por el "neoliberalismo" el cual causó, según él, el colapso económico de la nación en 2001. Pero ambos son peronistas y el movimiento político predominante de Argentina es más que todo flexible. Ahora Kirchner y Cristina Fernández, su esposa, aliada y sucesora, parecen haberse asociado de nuevo con su viejo enemigo.
En las elecciones a mitad de período en 2009 el Frente para la Victoria (FPV), la facción de los Kirchner en el peronismo, perdió su mayoría en ambas cámaras del Congreso, lo que obligó a la primera pareja de la nación a ir en busca de aliados. Menem no ha votado realmente por ninguna iniciativa disputada del FPV este año. Pero el 15 de julio el ex Presidente, un estrecho aliado de la Iglesia Católica, no asistió a una ajustada votación que aprobó el matrimonio homosexual, lo que ayudó a los Kirchner a conseguir una gran victoria.
El hecho de no asistir es continuar con un patrón de faltar a votaciones o de abstenerse en éstas donde un "no" habría derrotado al FPV. En febrero su ausencia le negó a la oposición el quórum necesario para hacerse cargo de la mayoría de los comités del Senado. Dos meses más tarde, su abstención permitió la confirmación del polémico candidato de Fernández para la presidencia del banco central. Luego él abandonó el hemiciclo rápidamente, dejando a la oposición imposibilitada de aprobar por un voto la reforma tributaria que debilitaría el control de los Kirchner sobre el gasto. Las traiciones llevaron a acusaciones que Menem había hecho un trato con la pareja presidencial.
Representantes de ambos campos niegan la existencia de un pacto. Menem "toma sus propias decisiones", asegura Miguel Ángel Pichetto, líder del FPV en el Senado, "y sería bastante ingenuo pensar en que otra persona pueda decirle qué hacer". El hermano de Menem, Eduardo, ex senador, atribuye la asistencia irregular del octogenario a su mala salud. Si es que existe un acuerdo, no es absoluto: cuando la oposición intentó de nuevo hacerse cargo de los comités una semana después de la ausencia de Menem, él votó a favor.
Sin embargo, Menem tiene una buena razón para ayudar a los Kirchner. En primer lugar, al ser un voto fluctuante, el senador ha aumentado su importancia y poder en el estamento. Además, enfrenta una andanada de casos judiciales, entre éstos las acusaciones de suministrar armas a Croacia y Ecuador y de obstruir la investigación sobre un atentado terrorista en 1994 contra un centro comunitario judío. Los Kirchner probablemente podrían retardar algunos de estos procedimientos.
Mientras tanto, la primera pareja de la nación se está preparando para las elecciones presidenciales de 2011, en la cual se espera que Kirchner, ahora congresista, compita. Él enfrenta a varios desafiantes por los votos peronistas y está tratando de ganarse el apoyo del mayor número posible de facciones del movimiento. Abandonar sus críticas a la "década infame" de Menem tal vez sea un sacrificio necesario para obtener la nominación.