El operativo antidrogas en calle Urquiza, casi Copiapó, derivó en el hallazgo de un invernadero de marihuana con 185 plantas. Junto a aparatos caseros para mantener la temperatura de las mismas. También había gran cantidad de semillas. Una abuela de 74 años, durante el operativo cocinó un guiso de marihuana, en un intento por deshacerse de la evidencia.
Durante el mediodía de este jueves, personal de Toxicomanía de la Policía Provincial y efectivos de la Policía Federal, llevaban adelante un operativo en una vivienda ubicada en la calle Urquiza al 873 de nuestra capital.
El comisario Pérez informó a Radio Fénix que se buscaban plantas de marihuana. Al parecer, este miércoles una persona realizó una denuncia a través de la línea 101, y hoy el juez federal ordenó el allanamiento.
"Hasta el momento no se encontró nada sospechoso", dijo Pérez pero aclaró que "este tipo de trabajos deben ser muy minuciosos por lo tanto hay mucho por revisar". Lo único que resaltó el funcionario, pasadas las 14 horas fue: "Hay algunas macetas al revés".
En realidad, estaban esperando dar con el paradero del sobrino de la dueña de casa. Un hombre de apellido Zalazar que llegó junto a su mujer desde Buenos Aires.
Al ingresar la policía, en la vivienda solo estaban una abuela de 74 años cocinando y su nuera, una psicóloga. Pero el sobrino no se hallaba.
La sorpresa de los uniformados fue total cuando descubrieron en el patio de la vivienda un invernadero con 185 plantas de marihuana, junto a un mecanismo casero para mantener regulada la temperatura ambiente del interior.
También encontraron semillas, y dos macetas tiradas con tierra desparramada. Los uniformados suponían que en las mismas había dos plantas de marihuana. Y los inquietaba no hallarlas.
Mientras todo esto ocurría. La abuela de 74 años no dejaba de revolver el guiso que estaba cocinando. La actividad no llamó la atención al inicio del procedimiento, porque era el horario del almuerzo.
Pero ya habían pasado dos horas y la abuela seguía meta revolver la olla. En un momento, la abuela muy inocente toma la olla, y enfila para uno de los dormitorios.
La actitud disparó la pregunta obligada de los agentes: ¿A dónde va abuela?. “A la pieza m’ijo” respondió la anciana. ¿Qué lleva ahí? – vuelven a preguntar los uniformados. “Un guisito de lentejas” dice cordial la mujer.
Cuando el uniformado se acercó a levantar la tapa de la olla, la sorpresa fue mayúscula. La inocente viejecita había estado cocinando las dos plantas de marihuana faltantes.
La psicóloga y la abuela fueron puestas a disposición de la Justicia Federal. Sobre el sobrino pesará una orden de captura nacional explicó el comisario Pérez, de la Unidad de Lucha contra el Narcotráfico. Pero lo más probable es que la abuela narco recupere la libertad debido a su edad.
Los abuelos Narcos son un fenómeno creciente en todo el país. Muchas veces ellos asumen la responsabilidad ante la justicia para librar de culpa a sus familiares. Una estrategía más del narcotráfico.
El comisario Pérez informó a Radio Fénix que se buscaban plantas de marihuana. Al parecer, este miércoles una persona realizó una denuncia a través de la línea 101, y hoy el juez federal ordenó el allanamiento.
"Hasta el momento no se encontró nada sospechoso", dijo Pérez pero aclaró que "este tipo de trabajos deben ser muy minuciosos por lo tanto hay mucho por revisar". Lo único que resaltó el funcionario, pasadas las 14 horas fue: "Hay algunas macetas al revés".
En realidad, estaban esperando dar con el paradero del sobrino de la dueña de casa. Un hombre de apellido Zalazar que llegó junto a su mujer desde Buenos Aires.
Al ingresar la policía, en la vivienda solo estaban una abuela de 74 años cocinando y su nuera, una psicóloga. Pero el sobrino no se hallaba.
La sorpresa de los uniformados fue total cuando descubrieron en el patio de la vivienda un invernadero con 185 plantas de marihuana, junto a un mecanismo casero para mantener regulada la temperatura ambiente del interior.
También encontraron semillas, y dos macetas tiradas con tierra desparramada. Los uniformados suponían que en las mismas había dos plantas de marihuana. Y los inquietaba no hallarlas.
Mientras todo esto ocurría. La abuela de 74 años no dejaba de revolver el guiso que estaba cocinando. La actividad no llamó la atención al inicio del procedimiento, porque era el horario del almuerzo.
Pero ya habían pasado dos horas y la abuela seguía meta revolver la olla. En un momento, la abuela muy inocente toma la olla, y enfila para uno de los dormitorios.
La actitud disparó la pregunta obligada de los agentes: ¿A dónde va abuela?. “A la pieza m’ijo” respondió la anciana. ¿Qué lleva ahí? – vuelven a preguntar los uniformados. “Un guisito de lentejas” dice cordial la mujer.
Cuando el uniformado se acercó a levantar la tapa de la olla, la sorpresa fue mayúscula. La inocente viejecita había estado cocinando las dos plantas de marihuana faltantes.
La psicóloga y la abuela fueron puestas a disposición de la Justicia Federal. Sobre el sobrino pesará una orden de captura nacional explicó el comisario Pérez, de la Unidad de Lucha contra el Narcotráfico. Pero lo más probable es que la abuela narco recupere la libertad debido a su edad.
Los abuelos Narcos son un fenómeno creciente en todo el país. Muchas veces ellos asumen la responsabilidad ante la justicia para librar de culpa a sus familiares. Una estrategía más del narcotráfico.