Cuando los ‘profesionales’ hicieron la cirugía, se dieron con que el bebé estaba vivo. Pese a que la historia tuvo final feliz, la labor de algunos galenos riojanos es penosa.
Gisella, mamá primeriza de 24 años y su familia, vivieron un mal momento ayer al llegar desde Patquía al hospital Vera Barros. Luego de practicarle varios estudios el diagnóstico fue el peor, los especialistas médicos dieron por muerto al bebé que llevaba en su vientre y programaron una cesárea para el mediodía, pero para sorpresa de todos, el niño del milagro nació con signos vitales y más de cuatro kilogramos.
Según narró Laura hermana de Gisella quien acompañó paso a paso el padecimiento dijo que “vivimos momentos muy duros desde que llegamos al hospital y nos dicen que el bebé no estaba con vida en el útero. A mi hermana le hicieron ecografías y nos explicaron que no iba a nacer con vida, ya toda la familia vino a acompañarla para pasar este duro momento, incluso ya se había comenzado los trámites para conseguir un cajoncito y darle sepultura cuando lo extrajeran”, según publicó Rioja Virtual.
Continúo el relató y explicó que “después de que le hacen la cesárea los médicos salieron y nos pidieron disculpas, muy emocionados porque ellos también esperaban lo peor, pero por milagro el bebé nació vivo y es un gordo precioso”.
En tanto informó que el pequeño se encuentra en observación y a la tarde ya le había sacado el respirador artificial en tanto el niño continuará en observación por 24 horas para verificar su buen estado de salud.
Sobre el nombre del pequeño dijo que aunque la mamá había elegido Dilan Valentín sin embargo los familiares pidieron que se lo bautice con algún nombre relacionado con la Biblia.
Cabe destacar que los distintos medios de prensa buscaron el parte oficial de los médicos del hospital quienes se negaron a dar explicaciones sobre el caso y la confusión que causó mucho dolor a una familia pero que tuvo un desenlace feliz.