PARA EL GOBERNADOR LA SALUD EN CHILECITO ESTÁ BIEN, “SÓLO SON PRETEXTOS”, DIJO
Beder ahora se burló de los médicos de Chilecito:El mandatario provincial vuelve a mezclar a la megaminería y el rechazo de sectores que no avalan su política de gobierno, con temas tan sensibles como la salud. La semana pasada mezcló el Trabajo, con la impotencia de no poder hablar de minería en Famatina. Lo hizo al mover una SAPEM de pollos a Chilecito, “lamentándose” por dejar sin trabajo a 100 personas. Esta semana, hizo lo mismo, ignorando las falencias en la salud y los reclamos de médicos del hospital local. El reclamo es de “40 ambientalistas mezclados con la oposición”, dijo.
Es que para el gobierno, la Salud es otro de los temas de excelencia en la provincia, que no merece ningún tipo de cuestionamientos.
Este tipo de acciones, exponen sin discusión que el Ministro de Salud no tiene ningún tipo de poder de decisión. Tras docenas de reuniones con médicos por la falta de especialistas en el hospital de Chilecito, que cubre la demanda de casi 80 mil personas de la región, los profesionales de la salud se ven involucrados en situaciones que no quieren estar y reaccionaron frente al Ministro. El mismo les hizo demasiadas promesas, que son evidentes que no puede cumplir, ni aunque él lo quiera.
La presión laboral, la cantidad de horas de trabajo, la falta de recursos y de infraestructura sanitaria, hace cada vez más chica la brecha entre los aciertos y los errores, pudiendo dar como resultado, la pérdida de vidas humanas.
Frente a esa situación, médicos de Chilecito tomaron medidas en el hospital local, reclamando la atención de legisladores y la justicia, pero aún así, quien tiene “la cura de la enfermedad”, el gobernador Beder Herrera, no quiere dar el brazo a torcer. Es que a su entender, dar la razón significa retroceder y dar muestras de debilidad. Parece no conocer el refrán “lo cortés no quita lo valiente”.
Chilecito necesita urgente que se tomen medidas con la Salud. Nuestros ciudadanos se ven extremadamente expuestos ante la más sensible de las situaciones.
A casi un mes de la muerte de un niño -que ese mismo día cumplía 9 años- el “sistema” sanitario prometió la solución a la falta de anestesistas en Chilecito. Aun no aparecieron las soluciones, sumadas a una decena de falencias que se reclaman y tampoco se solucionan.
Frente a esto, médicos organizaron una marcha en la plaza principal, donde pidieron el acompañamiento de la sociedad. El resultado no fue el esperado -no tan sólo por los médicos- sino por todos quienes estamos preocupados por esta grave situación. La ciudadanía de Chilecito sigue en su pasividad, esperando que las cosas se solucionen por la vía natural.
Ante esta baja respuesta por parte de la sociedad, a un reclamo que involucra a la totalidad de los habitantes de este suelo, el gobernador Beder Herrera se volvió a burlar de otro reclamo, esta vez del sanitario, mezclando a la megaminería con la salud. Es que ante la impotencia de no poder hablar de minería en nuestra región, intenta vanamente aplicar estrategias que sólo muestran resultados de rechazo y repudio social. Esta vez manifestó que el reclamo sanitario en Chilecito fue de “40 personas ambientalistas mezclados con la oposición. Yo creo que es un pretexto”.
En primer lugar, se equivoca al hablar de “ambientalistas y oposición” y relacionarlos justamente al número “40”.
El reclamo fue médico y tuvo muy poco acompañamiento social. Sí es cierto que tuvo el acompañamiento mínimo de de autoridades políticas que acompañan el reclamo, como el intendente de Famatina y algunos legisladores radicales, como Julio Martínez, al igual que dos o tres representantes de Asambleas Ciudadanas. Pero el gobernador debería comprender que ninguno de estos políticos o dirigentes sociales quiso involucrar la política misma en este reclamo, ni ninguna lucha social que no sea la de la salud. De haber sido así, podrían haber aprovechado la oportunidad para movilizar sus miembros y paralizar la plaza de Chilecito con miles de manifestantes.
No debe olvidar el senil gobernador, que esas mismas manifestaciones se organizaron en su ciudad capital, movilizando a casi 20 mil personas en varias oportunidades.
Beder Herrera, no reacciona ante el pedido de "40" personas, como tampoco lo hace ante el reclamo de 20 mil. Su soberbia no se lo permite. Ante cualquiera de los dos casos, encontrará la forma de subestimar e insultar, ya sea con palabras mediante su prensa, o con simples acciones que lastimen a quienes se animan a cuestionarlo.
El menospreciar un pedido genuino de médicos que se ven ignorados, que no hacen más que preocuparse por la integridad sanitaria de todos los habitantes de nuestra zona, no hace más que evidenciar su desprecio por la región, igualando a los profesionales médicos de Chilecito, con enemigos políticos del gobierno actual, como lo son las Asambleas Ciudadanas y la oposición, que no lo dejan mover un dedo sin cuestionarlo