El proceso electoral en trámite promete dividir hasta el aire de la atmosfera. El oficialismo, encarnado por representantes del municipio por un lado y la Cámara de Diputados por otro, con verborragia impúdica e insaciable, reparte bienes del estado sin control alguno.
La complicidad del mal manejo de la cosa pública es la bandera que los une. El candidato a gobernador visitó Chepes el viernes 5 de junio, a un mes de las elecciones, en un claro mensaje que él, Cristina y Cristian, están dispuestos a todo, el Estado y sus Instituciones al servicio de sus candidaturas.
El presupuesto provincial, que no es otra cosa que el dinero para cumplir con las prestaciones de los servicios de Salud, Justicia y Educación, forma parte de la Caja Electoral, mientras los chóferes del Hospital Luis Pasteur reclaman deudas salariales y ponen en riesgo hasta las derivaciones. Cristina se acordó del deporte y entrega subsidios, botines, etc. y Cristian anuncia grandes obras al lado del Administrador de IPALAR.
Esto es, un candidato hace su campaña con dinero de la Secretaría de Deportes y el otro con dinero de IPALAR y Casas que es el jefe político de los dos y se beneficia con la gestión electoral, aplaude, olvidando que el funcionario que empleare en provecho propio o de un tercero, trabajos o servicios pagados por la Administración Publica, violenta lo consagrado en el Art. 261 segundo párrafo del Código Penal. Ante ello le digo a los riojanos: “es tiempo de resistir, defender nuestra dignidad, salir de la indiferencia y terminar con la barbarie promovida desde el Estado para doblegar la voluntad popular”.
Nicolás Eduardo Mercado.
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