Duhalde y Menem neutralizaron sus diferencias y la posibilidad de compartir una lista no es una fantasía. En nuestra provincia esa alternativa se convirtió en un escenario posible.
El duhaldismo en la provincia desembarcó de la mano del menemismo, lo que hasta no hace mucho parecía una utopía, hoy esa alternativa se convirtió en un escenario posible.
En nuestra provincia menemistas y duhaldistas se abroquelarán para dar la batalla.
Esta es una evidente maniobra electoralista, para Carlos Menem esta alianza le significará la posibilidad de una reelección o el acoso judicial como parte de la venganza K.
Por el contrario para Nicolás Martínez, a quien el ex presidente Duhalde ungió como el candidato a gobernador por el duhaldismo, no es más que parte de un acuerdo llevado a cabo con el gobernador Beder Herrera para que el arauqueño logre captar los votos peronistas que no están de acuerdo con el actual gobierno y así evitar que estos se vuelquen al radical Julio César Martínez.
Nicolás Martínez es consciente de su escasa representatividad provincial que lo llevará a su derrota.
El legislador del departamento cuya cabecera es Aimogasta mantiene una buena relación institucional con el gobernador Luis Beder Herrera y por ello se prestó para candidatearse a un cargo que de antemano sabe que será derrotado.
Habrá que ver cual es la recompensa post electoral que el gobernador otorgará a Nicolás Martínez por la "gauchada" que a prima facie beneficiará al actual gobernador.
No obstante este juego peligroso de oxigenar un nuevo contrincante comenzó a incomodar la figura del gobernador que tuvo que escuchar de boca del ex presidente Duhalde que la provincia fue incapaz de llevar adelante el modelo de promoción industrial.
El fin justifica los medios parece ser la premisa.