sábado, 18 de octubre de 2008

CARTA A MAMÁ












Hoy abrí el cofre de las remembranzas, viaje al pasado y encontré un retrato, la fotografía de un niño, un retrato mío en brazos de mamá.

Mi madre, la recuerdo, era una mujer sencilla, simple, eternamente tenía los ojos llenos de amor.

Sin darme cuenta mis sentidos se llenaron de lágrimas, y como tropel resurgieron en mi evocación cosas chiquitas, pequeñas, mi cumpleaños, la primera comunión, el sarampión. El día que por primera vez acudí a la escuela; la recordé planchando el guardapolvo que había comprado para el primer dia de clase, en casa no sobraba el dinero pero si predominaba el amor.

Uno a uno fueron llenando el entorno, con quasi mágico regalo del cielo. Todos me auxiliaron a resucitar los imperecederos momentos de mi vida; ninguno, de campanillas, pequeñitos, íntimos, bellos, pero que me formaron y fraguaron tal como actualmente soy.

En la actualidad mi pelo esta teñido con algunos cabello de plata, mis manos han empezado a envejecer, tengo hijos, nietos; mi casa esta perpetuamente inundada de felicidad, placidez y serenidad que solo fue posible por ser como fuiste mamá.

Pido a mis amigos que crucen los dedos y eleven una plegaria y rueguen por esa mujer, mi madre, la vuestra, por todas las madres del mundo, ellas seguro desde la diestra de Dios nos está enviando un beso y su bendición. Si lee esta carta incluyéla a mi, mamá, y vuestras madre, las madres de todo el mundo, sentirán que sigue anidando en nuestro corazón.

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