Un informe del Diario La Nación la incluye entre las provincias con déficit fiscal
Como no ocurría desde la crisis de 2001 y 2002, las provincias argentinas cerrarán este año con sus cuentas en un preocupante rojo, que sumado se ubicará entre 9000 y 14.000 millones de pesos.
Según estimaciones de analistas, sólo cuatro distritos podrán mostrar un balance 2009 con superávit financiero: San Juan, Santiago del Estero, La Pampa y Chubut. La situación se torna más dramática si se considera que hace sólo tres años eran 20 las provincias que podían exhibir resultados positivos.
Según estimaciones de analistas, sólo cuatro distritos podrán mostrar un balance 2009 con superávit financiero: San Juan, Santiago del Estero, La Pampa y Chubut. La situación se torna más dramática si se considera que hace sólo tres años eran 20 las provincias que podían exhibir resultados positivos.
Esta de la manos del Gobierno Oficialista, el resto de las Provincias no son leales..
El caso de la provincia de Buenos Aires es el más emblemático, con un déficit que podría superar los 6000 millones de pesos. Pero también los otros grandes distritos, como Córdoba, Santa Fe y la ciudad de Buenos Aires, se encaminan a cerrar 2009 con un déficit de cientos de millones de pesos. En este contexto, no es extraño que reaparezcan situaciones como la emisión de bonos provinciales, el fantasma de las cuasimonedas, una complicada relación con los sindicatos estatales, aumentos salariales por debajo de la inflación, subejecución de obras públicas y sometimiento político a la administración central.
"La situación fiscal se ha deteriorado -sostuvo Hugo Dias Lourenco, socio de la consultora Delphos Investment-. Estos niveles de déficit son importantes, pero todavía son manejables. No es el 13% de déficit sobre PBI de Estados Unidos, acá estamos hablando de menos del 1 por ciento. El tema es que el país viene de una situación financiera de mercados cerrados y no tenemos cómo financiar ese déficit, por más pequeño que sea."
En un informe de esa consultora, se especifica a las cuatro provincias que cerrarían el año con superávit fiscal y se calcula en $ 11.000 millones el déficit primario (antes del pago de intereses de deuda) y en $ 14.000 millones el déficit fiscal del total de las provincias. "El bajo crecimiento de los ingresos se debe a los pobres resultados tanto de la recaudación de impuestos provinciales como a un ingreso de recursos insuficientes por la coparticipación federal", se afirma.
"En el caso de Santa Cruz, es paradigmático el deterioro de los ingresos y el mal manejo de los gastos, que resultan en un déficit fiscal de $ 1300 millones, siendo, la segunda provincia con peor resultado en términos absolutos", agrega el texto.
En 2009 -advierte el informe enviado en exclusiva a LA NACION-, los fondos coparticipados a las jurisdicciones alcanzarían apenas el 24% de la recaudación total del gobierno nacional, diez puntos por debajo de lo establecido por ley.
Ese documento elabora un ranking de todas las provincias, sobre la base de indicadores vinculados con la situación fiscal, solvencia, situación social, comercio exterior e infraestructura. Las cuatro provincias con superávit financiero se hallan en los ocho primeros lugares del ranking, que es liderado por San Luis (le siguen Chubut y la ciudad de Buenos Aires). Los tres últimos puestos corresponden a Formosa, Jujuy y a Chaco.
Según Dias Lourenco, las provincias con mejor desempeño combinan un perfil exportador con una gestión ordenada. "Es importante mostrarse como una provincia prolija, porque eso le da credibilidad al inversor. No es lo mismo si sale a emitir bonos una provincia como Chubut, que está bien manejada, que si lo hiciera Chaco, que tiene una dependencia muy fuerte de las transferencias de la Nación", opinó.
Negociación complicada
La consultora Economía y Regiones (EyR) tiene estimaciones más acotadas del déficit provincial para este año: $ 5800 millones de déficit primario y $ 8900 millones de déficit fiscal, aunque en su cálculo no contabilizan ni las cajas de jubilaciones ni las empresas públicas. "Pero si se suma el pago de las amortizaciones de deuda pública, se llega a un déficit global de casi 18.000 millones", aclaró Guillermo Giussi, analista de EyR.
Además de las dificultades para atraer inversores, Giussi mencionó otros inconvenientes que puede sufrir una provincia con déficit. "Estar en rojo puede llegar a generar problemas para dar aumentos. Los años anteriores, el salario provincial venía creciendo en términos reales, pero en 2009 vemos que muchas provincias dieron aumentos por debajo de la inflación real. Buenos Aires dio el 8,9% y Córdoba, el 9,5%, con una inflación real de 15 o 16 por ciento", dijo. "Lo primero que se corta es el gasto en personal; lo segundo, la obra pública. O no ejecutan esas partidas o las subejecutan, y eso significa menos viviendas, menos hospitales, menos escuelas."
EyR pronostica que en 2010 los mayores niveles de actividad y de inflación impactarán positivamente en los ingresos (15,6% de suba), pero el gasto público crecerá por encima (16,7%), con lo cual el déficit financiero ascendería a más de $ 12.000 millones.
El caso de la provincia de Buenos Aires es el más emblemático, con un déficit que podría superar los 6000 millones de pesos. Pero también los otros grandes distritos, como Córdoba, Santa Fe y la ciudad de Buenos Aires, se encaminan a cerrar 2009 con un déficit de cientos de millones de pesos. En este contexto, no es extraño que reaparezcan situaciones como la emisión de bonos provinciales, el fantasma de las cuasimonedas, una complicada relación con los sindicatos estatales, aumentos salariales por debajo de la inflación, subejecución de obras públicas y sometimiento político a la administración central.
"La situación fiscal se ha deteriorado -sostuvo Hugo Dias Lourenco, socio de la consultora Delphos Investment-. Estos niveles de déficit son importantes, pero todavía son manejables. No es el 13% de déficit sobre PBI de Estados Unidos, acá estamos hablando de menos del 1 por ciento. El tema es que el país viene de una situación financiera de mercados cerrados y no tenemos cómo financiar ese déficit, por más pequeño que sea."
En un informe de esa consultora, se especifica a las cuatro provincias que cerrarían el año con superávit fiscal y se calcula en $ 11.000 millones el déficit primario (antes del pago de intereses de deuda) y en $ 14.000 millones el déficit fiscal del total de las provincias. "El bajo crecimiento de los ingresos se debe a los pobres resultados tanto de la recaudación de impuestos provinciales como a un ingreso de recursos insuficientes por la coparticipación federal", se afirma.
"En el caso de Santa Cruz, es paradigmático el deterioro de los ingresos y el mal manejo de los gastos, que resultan en un déficit fiscal de $ 1300 millones, siendo, la segunda provincia con peor resultado en términos absolutos", agrega el texto.
En 2009 -advierte el informe enviado en exclusiva a LA NACION-, los fondos coparticipados a las jurisdicciones alcanzarían apenas el 24% de la recaudación total del gobierno nacional, diez puntos por debajo de lo establecido por ley.
Ese documento elabora un ranking de todas las provincias, sobre la base de indicadores vinculados con la situación fiscal, solvencia, situación social, comercio exterior e infraestructura. Las cuatro provincias con superávit financiero se hallan en los ocho primeros lugares del ranking, que es liderado por San Luis (le siguen Chubut y la ciudad de Buenos Aires). Los tres últimos puestos corresponden a Formosa, Jujuy y a Chaco.
Según Dias Lourenco, las provincias con mejor desempeño combinan un perfil exportador con una gestión ordenada. "Es importante mostrarse como una provincia prolija, porque eso le da credibilidad al inversor. No es lo mismo si sale a emitir bonos una provincia como Chubut, que está bien manejada, que si lo hiciera Chaco, que tiene una dependencia muy fuerte de las transferencias de la Nación", opinó.
Negociación complicada
La consultora Economía y Regiones (EyR) tiene estimaciones más acotadas del déficit provincial para este año: $ 5800 millones de déficit primario y $ 8900 millones de déficit fiscal, aunque en su cálculo no contabilizan ni las cajas de jubilaciones ni las empresas públicas. "Pero si se suma el pago de las amortizaciones de deuda pública, se llega a un déficit global de casi 18.000 millones", aclaró Guillermo Giussi, analista de EyR.
Además de las dificultades para atraer inversores, Giussi mencionó otros inconvenientes que puede sufrir una provincia con déficit. "Estar en rojo puede llegar a generar problemas para dar aumentos. Los años anteriores, el salario provincial venía creciendo en términos reales, pero en 2009 vemos que muchas provincias dieron aumentos por debajo de la inflación real. Buenos Aires dio el 8,9% y Córdoba, el 9,5%, con una inflación real de 15 o 16 por ciento", dijo. "Lo primero que se corta es el gasto en personal; lo segundo, la obra pública. O no ejecutan esas partidas o las subejecutan, y eso significa menos viviendas, menos hospitales, menos escuelas."
EyR pronostica que en 2010 los mayores niveles de actividad y de inflación impactarán positivamente en los ingresos (15,6% de suba), pero el gasto público crecerá por encima (16,7%), con lo cual el déficit financiero ascendería a más de $ 12.000 millones.