Lluvia artificial - Pekín quiere controlar el tiempo
La Administración china inyectará yoduro de plata en la atmósfera para provocar lluvia los días previos a los Juegos Olímpicos y limpiar así la contaminación acumulada. El cielo de Pekín estará bajo sospecha a las 8 y 8 minutos del próximo 8 de agosto, cuando se celebre la inauguración de los XXIX Juegos Olímpicos de Verano. Si durante esa jornada no aparecen nubes sobre la ciudad y, sin embargo, ha llovido en los días previos a la ceremonia, China presumirá de haber conseguido un deseo anhelado por el hombre: manipular la meteorología.
Durante los últimos años, la administración china ha obtenido notables éxitos en la creación de lluvia artificial. Por ejemplo, en mayo de 2006 se consiguió apagar un gran incendio forestal de 8.300 hectáreas al norte del país, y en abril del mismo año se paliaron los efectos de una gran tormenta de arena que acechaba a Pekín desde el desierto de Gobi. El sistema que, aparentemente, da tantos éxitos en China se basa en el yoduro de plata, un compuesto químico que se inyecta a la atmósfera a través de aviones que siembran las nubes o bien desde cañones y cohetes en la superficie. Las partículas de yoduro de plata actúan como núcleos de condensación ya que absorben la humedad que contienen las nubes, hasta formar gotas de agua. A mayor cantidad de partículas de yoduro, mayor cantidad de gotas de agua se forman en el interior de la nube.
El proceso finaliza cuando el peso que adquiere la gota provoca su caída por efecto de la gravedad hacia la superficie. En definitiva, la siembra de nubes rompe el mecanismo natural de la nube, por ello se utiliza también para evitar la formación de granizo. El mayor número de núcleos de condensación aumentará el número de piedras de hielo, pero evitará la formación de grandes bloques. Uno de los objetivos primordiales e inmediatos es garantizar el buen tiempo para las ceremonias de apertura y de clausura de los Juegos Olímpicos. Según la Agencia Meteorológica China, y basándose en los datos meteorológicos del 8 de agosto de los últimos 30 años, la probabilidad de lluvia para Pekín ese día será del 50%. Para evitar riesgos innecesarios, la ciudad recibirá el bombardeo de nubes con yoduro de plata durante los días previos al acto inaugural.
Limpiar la atmósfera
Indudablemente, también se persigue otro objetivo con la lluvia artificial: lavar la atmósfera y reducir los altísimos niveles de contaminación de Pekín que se han convertido en una preocupación para los deportistas olímpicos. El atleta etíope Gebrselassie, que padece asma, ha renunciado a participar en el maratón por el centro de la ciudad, preocupado por la combinación de calor, humedad y polución. No es oro todo lo que reluce y el sistema de fabricación de lluvia artificial con yoduro de plata tiene grandes contrapuntos. El más importante es que, de momento, es imposible demostrar si la precipitación caída en un lugar después de la siembra de nubes es fruto de la dinámica natural o bien de la introducción artificial de una sustancia.
Por otro lado, las cantidades de precipitación recogidas con este método nunca son abundantes. En el experimento realizado por China en enero de este año en la región del Tíbet, la lluvia artificial en forma de nieve acumuló la fastuosa cantidad de 0,2 milímetros de espesor. Por otro lado, la lluvia artificial también puede crear tensiones regionales al robar agua que podría caer unos kilómetros más allá. Todo ello, sin olvidar la incertidumbre que genera la utilización de compuestos químicos, como el yoduro de plata, que van a parar directamente a la naturaleza.
¿Humanos con súper poderes?: LLuvia artificial
Por Isabel Rubio - Publicado a las 13:27 | lunes 25-08-2009 (leído 161 veces)
YA SABEMOS QUE LOS CHINOS, CON TODOS SUS DEFECTOS, SON LISTOS, PERO LISTOS "COMO EL HAMBRE". PARECE SER, QUE LAS AUTORIDADES CHINAS, MANIPULARON EL CLIMA MEDIANTE EL LANZAMIENTO DE COHETES CARGADOS DE PRODUCTOS QUÍMICOS A LAS NUBES, PARA ASEGURARSE DE QUE NO LLOVIERA DURANTE LA CELEBRACIÓN DE LA CEREMONIA DE CLAUSURA DE LOS JUEGOS OLÍMPICOS, EN PEKÍN.
Ocho aviones, cargados de productos químicos despegaron de una base en la ciudad de Zhangjiakou, en la provincia de Hebei (que rodea Pekín). Al mismo tiempo, desde Pekín, la cercana ciudad de Tianjin, y otros puntos de la provincia de Hebei se lanzaron 9 tandas de cohetes más con químicos con el mismo cometido. Las autoridades chinas aseguran que ya pueden provocar lluvia artificial en un tercio de su territorio, una técnica que según dicen los grupos ecologistas, no es peligrosa ni contaminante pero que "ayuda" a que las autoridades chinas olviden afrontar soluciones más reales a la cantidad de problemas medioambientales que sufre aquel país.
Normalmente, son la "diatomita" (una sustancia secante que frena la lluvia) y el yoduro de plata (que provoca su llegada), los productos químicos que se utilizan. Pensando en las provincias argentinas que ahora mismo están padeciendo tremendos problemas de sequía, y con toda la prudencia y desconfianza que, siendo neófita en la materia, me generan estos"súper poderes humanoides"..., me pregunto si tal vez, esta manipulación climática "china"..., no sería digna de importarse.