Comité de Crisis reinstaló la “Carpa de Asunción” en Chepes
En el ingreso principal del nosocomio local, integrantes del Comité de Crisis instalaron la "Carpa de Asunción" en memoria de la bebé que no pudo nacer.
Al cumplirse un año y dos meses de la muerte de la bebé por nacer, a raíz de la falta de un anestesista para que se le realizara una cesárea a la madre, integrantes del Comité de Crisis local reinstalaron la Carpa de Asunción “para recordar el hecho y las promesas incumplidas de las autoridades gubernamentales en esa oportunidad”.
La vocera de la organización, integrada por un considerable número de ONG locales, Rosa Yánez, enfatizó que “no vamos a olvidar nunca lo que pasó ese día, con la muerte de la pequeña Asunción, pero tenemos que recordar también —todos los habitantes— que las promesas
hechas en esa oportunidad por el ministro de salud Gustavo Graselli, aún no se han cumplido”.
Por eso, “esta carta abierta del pueblo de Chepes dirigida al Gobierno del Pueblo de La Rioja, que llevará la firma de la mayor cantidad de gente de este departamento y departamentos vecinos que necesitan el hospital regional Luis Pasteur”.
La carpa se instaló frente al hospital y se reciben firmas en la Plaza de la Cultura y la Municipalidad de Rosario Vera Peñaloza para la carta abierta
En la misiva se recuerda que la carpa se instaló el 31 de marzo del año próximo pasado y el martes 8 de abril de 2008, después de poco más de una semana, el ministro de Salud de la Provincia se acercó a Chepes y dialogó con los vecinos presentes en ese momento en la carpa.
Allí y delante de los medios radiales y de la prensa escrita, asumió el compromiso de darle respuesta a los problemas planteados.
Desde aquel 8 de abril hasta hoy, han transcurrido 13 meses, más de un año y nuestro hospital, según el informe del director del día 6 de mayo próximo pasado, sigue en deplorable estado, con los mismos problemas en las áreas de Traumatología y con una sola anestesista, exactamente como en tiempos en que ocurrió la muerte prematura de Asunción.
La extensa carta culmina exigiendo “a las autoridades que cumplan la palabra empeñada, no vamos a esperar una muerte más por negligencia gubernamental”.
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