Lucía Ávila es diputada provincial por La Rioja, y además es docente. Cuando asumió el cargo legislativo solicitó la licencia sin goces de haberes de su antiguo trabajo.
Hace unos días se dirigió a uno de los colegios en donde era docente y la habían nombrado vicedirectora, para anunciar que no podía hacerse cargo de la función porqué seguía siendo legisladora.
En ese momento la directora del establecimiento educativo le entregó los recibos de sueldo a Ávila como docente, por lo que la ahora legisladora, dedujo que le seguían depositando el sueldo en la cuenta en donde le liquidaban los haberes.
Los abogados de Ávila le aconsejaron que retirase el dinero del Banco de La Rioja y lo depositara en la cuenta del Ministerio de Educación.
El monto de dinero que devolvió la diputada asciende a los $199.417. Suma que consideró la legisladora como un vuelto para la gente corrupta del Gobernador Luís Beder y una fortuna para la gente trabajadora. Y pidió que hagan llegar el dinero a las escuelas que no tienen estufas ni vidrios y a los sueldos de los suplentes que no se pagan.
La diputada se encuentra enfrentada con el Gobernador riojano Luís Beder desde que surgió el conflicto por la minería a cielo abierto en Famatina.
Por su parte Gustavo Varas, Subsecretario de Gestión Administrativa, reconoció que “se cometió un error” pero dijo que la diputada Ávila nunca firmó la planilla de solicitud de licencia.
El gesto de la diputada Lucía Ávila es para aplaudir en medio de tanta mala acción, muchas veces generada desde el propio poder.
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