Según informe publicado por el diario La Nación, las primeras proyecciones del censo nacional 2010 indican que la población del país podría haber crecido 20%, con una migración hacia las ciudades que beneficia a las provincias más grandes. A pesar de eso, y en contra de las actualizaciones periódicas que estipula la Constitución, esos resultados seguramente no cambiarán la representación parlamentaria de cada provincia en el Congreso. Como resultado de esa desactualización, y según los números más nuevos que se conocen (del censo 2001), hoy los bonaerenses tienen un diputado nacional cada 198.000 habitantes; los porteños, uno cada 111.000; los riojanos, uno cada 58.000, y los fueguinos, un diputado cada 20.000 habitantes.
Como resultado de esa desactualización, y según los números más nuevos que se conocen (del censo 2001), hoy los bonaerenses tienen un diputado nacional cada 198.000 habitantes; los porteños, uno cada 111.000; los riojanos, uno cada 58.000, y los fueguinos, un diputado cada 20.000 habitantes.
A diferencia del Senado, que tiene una composición fija de tres senadores por provincia, la Cámara de Diputados elige a sus miembros proporcionalmente al número de habitantes por distrito.
Pero ese cálculo se hizo por última vez con los resultados del censo de 1980 y, un par de años después, un decreto de la última dictadura lo modificó y puso un piso mínimo de 5 diputados para las provincias que no llegaban a ese número, lo que ya alteró mucho la exactitud de la proporción inicial de cada distrito. Además, estableció que una vez que una provincia logra cierto número de representantes, no puede reducirse aunque después baje su población.
Desde entonces, la provincia de Buenos Aires tiene 70 diputados y los distritos patagónicos y del Noroeste (los más despoblados), siguen sin superar ese piso de 5, por citar los casos más extremos del mapa.
¿Algo cambió en los últimos 30 años que haya desactualizado todavía más esa proporción? Definitivamente.
Según un estudio del presidente de la Sociedad Argentina de Análisis Político, Miguel De Luca, si se hubieran aplicado los números del censo de 2001, la provincia de Buenos Aires debería haber pasado de tener 70 a 98 diputados. Córdoba debería haber subido de 18 a 22 representantes y Santa Fe, de 19 a 21. En cambio, la Capital debería haber descendido de 25 a 20, porque hace décadas que se estancó su crecimiento.
"Con un cálculo estricto, Santa Cruz y Tierra del Fuego deberían tener un solo diputado, y La Rioja y La Pampa, dos, pero eso sumaría beneficios en las tres provincias más grandes, que por su cantidad de población ya virtualmente eligen al presidente de la Nación", explicó De Luca, investigador del Conicet y profesor de Ciencias Políticas de la UBA.
A diferencia del Senado, que tiene una composición fija de tres senadores por provincia, la Cámara de Diputados elige a sus miembros proporcionalmente al número de habitantes por distrito.
Pero ese cálculo se hizo por última vez con los resultados del censo de 1980 y, un par de años después, un decreto de la última dictadura lo modificó y puso un piso mínimo de 5 diputados para las provincias que no llegaban a ese número, lo que ya alteró mucho la exactitud de la proporción inicial de cada distrito. Además, estableció que una vez que una provincia logra cierto número de representantes, no puede reducirse aunque después baje su población.
Desde entonces, la provincia de Buenos Aires tiene 70 diputados y los distritos patagónicos y del Noroeste (los más despoblados), siguen sin superar ese piso de 5, por citar los casos más extremos del mapa.
¿Algo cambió en los últimos 30 años que haya desactualizado todavía más esa proporción? Definitivamente.
Según un estudio del presidente de la Sociedad Argentina de Análisis Político, Miguel De Luca, si se hubieran aplicado los números del censo de 2001, la provincia de Buenos Aires debería haber pasado de tener 70 a 98 diputados. Córdoba debería haber subido de 18 a 22 representantes y Santa Fe, de 19 a 21. En cambio, la Capital debería haber descendido de 25 a 20, porque hace décadas que se estancó su crecimiento.
"Con un cálculo estricto, Santa Cruz y Tierra del Fuego deberían tener un solo diputado, y La Rioja y La Pampa, dos, pero eso sumaría beneficios en las tres provincias más grandes, que por su cantidad de población ya virtualmente eligen al presidente de la Nación", explicó De Luca, investigador del Conicet y profesor de Ciencias Políticas de la UBA.