La última nevada se produjo en 1996, pero hay quienes aseguran que hubo otra en 2000, aunque el Servicio Meteorológico local no la tiene asentada en sus registros. De todas maneras, la de ayer alcanzó para cubrir calles, veredas, espacios y hasta acopiarse en las hojas de los árboles, recreando un paisaje poco habitual y muy pintoresco, que siempre invita a redescubrir al pueblo por cada una de sus calles, apreciando este fenómeno que bien predispone a la gente y se convierte en el comentario obligado.
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